Así era Laura Luelmo, una joven "tranquila, siempre disponible e increíble"

Hasta los que la acababan de conocer como sus nuevos compañeros del IES de Nerva la describen como "una persona alegre y dicharachera".

Laura dibujando caricaturas para la Biblioteca Nacional

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Laura Luelmo no ha pasado por esta vida sin dejar huella. Ha dejado muchos momentos indelebles en la memoria de sus padres, sus hermanos, sus abuelos y su novio Teófilo, sus amigos...

Estos últimos siempre la recordarán como esa joven "amable, educada, tranquila, siempre disponible e increíble". Una joven de su tiempo comprometida con los desafíos de la mujer del siglo XXI como demostraba en las resdes sociales. Su último tuit de marzo fue para reivindicar el papel de la mujer

Una ilustración realizada por ella. El dibujo, las artes plásticas, las caricaturas, la fotografía eran sus pasiones. Tenía un grado en Bellas Artes, Pintura, Dibujo, Fotografía y Grabado por la Universidad Salamanca. Un máster de Profesorado en Valencia y otro de Diseño en la Universidad Complutense de Madrid. Incluso realizó dos exposiciones de sus dibujos y fotografías en la Universidad de Las Américas, en México y de sus caricaturas en la Biblioteca Nacional

Podía compaginar, y quería, sus dos grandes pasiones: las Bellas Artes y la Enseñanza. Por ello no dudó en dejar Zamora y marcharse a 600 kilómetros a Huelva, para hacer una sustitución y enseñar esas artes plásticas a los chicos de secundaria del IES Vázquez Díaz de Nerva en el que pese a llevar unas semanas se integró perfectamente. En COPE, su director, Isidoro Romero la definía como "una joven simpática y dicharachera". Pocos días y mucha huella.

Como los recuerdos sobre ella que siempre estarán vivos entre los vecinos de Villabuena del Puente, el pueblo de su familia materna donde entre lágrimas los vecinos afirman que Laura era una chica "corriente",  "buena", muy comprometida con el pueblo". "Es un mazazo muy grande".

En Villanueva viven sus abuelos y Teófilo, su novio. A él le confesó que no le gustaba como le miraba un vecino de El Campillo en donde se instaló hace unos días. Ahora no hay consuelo para este joven.

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