López Acuña: "Vacunar a los jóvenes no es la solución para contener esta quinta ola"

El epidemiólogo y exdirector de acción sanitaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Daniel López Acuña, ha analizado en COPE la incidencia del virus en los jóvenes

López Acuña: "Vacunar a los jóvenes no es la solución para contener a esta quinta ola"

Antonio José Candel

Publicado el - Actualizado

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El final del curso, la explosión del verano, la rebaja en las medidas de contención del virus y la llegada del tiempo de vacaciones para millones de españoles ha provocado una nueva ola pandémica en todo el país, con la propagación al alza de la variante Delta sobre un grupo poblacional perfectamente definido: los jóvenes.

Este conjunto de la población española, que es además el menos vacunado, sigue protagonizando un nuevo repunte en los contagios. Por suerte, el índice de traslados e ingresos hospitalarios sigue manejando estadísticas que confirman que la covid-19, salvo excepciones, se supera de manera asintomática o leve y desde el propio domicilio cuando impacta en este espectro de la sociedad.

A pesar de esta realidad, la población más joven no se libra de sufrir los efectos a largo plazo que puede conllevar el contagiarse del virus. No sólo las físicas, como secuelas neurológicas o problemas relacionados con la fatiga respiratoria, sino con un importante impacto en la salud mental de los adolescentes y jóvenes.

Pero, ¿qué sabemos sobre el patrón de transmisión en este grupo? ¿Cuál puede llegar a ser su gravedad durante las distintas fases del desarrollo de la enfermedad? ¿Cómo responden los jóvenes a las vacunas?

El epidemiólogo y exdirector de acción sanitaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Daniel López Acuña, ha analizado en COPE la incidencia del virus en los jóvenes y cuáles pueden ser sus consecuencias a largo plazo.

Pregunta: ¿La evolución de esta quinta ola en España puede estar directamente relacionada con la relajación en las medidas de contención del virus?

Sin lugar a duda, esta quinta ola ha sido el producto de una relajación temprana de las medidas de contención en la transmisión del virus. Ha impactado en las generaciones más jóvenes porque es el grupo de la población que tiene más interacciones sociales desprotegidas.

Además, se trata del conjunto de la población que aún no disfruta de la cobertura de vacunación que hace que tenga menos protección con respecto a la severidad, al riesgo de hospitalización y al riesgo de muerte.

¿Cómo puede llegar a ser de grave el desarrollo de la enfermedad en este espectro de la sociedad?

Una de las cuestiones importantes es que debemos de llegar a comprender que en esta quinta ola, si bien no vamos a tener -por fortuna- los mismos niveles de mortalidad o de presión asistencial que tuvimos en olas anteriores porque tenemos menos población mayor vulnerable, no deja de ser una ola importante que causa problemas de salud serios en los jóvenes que pueden requerir no sólo atención médica sino hospitalización e ingreso en UCI.

Debemos entender también que el contagio acelerado entre la población joven está también teniendo un impacto de contagio a otros sectores de población que aún no están plenamente vacunados con la doble pauta de la vacunación.

¿Qué factores pueden incidir en la evolución de la enfermedad en una persona menor de 35 años y que le puedan llevar a una crisis severa?

Es importante entender que en el desarrollo de la covid-19 hay una proporción de personas de todos los grupos de edad que tienen una mayor susceptibilidad a cuadros más severos, sea por razones genéticas o similares. Aunque es cierto que este porcentaje es menor entre la población joven, no deja de existir un grupo de esta población que por contacto con una carga viral muy intensa o por susceptibilidad individual de carácter inmunológico o de carácter genético, puede desarrollar cuadros severos o neumonías agudas de carácter bilateral que puede requerir del ingreso en UCI.

Hemos podido conocer a lo largo de estas últimas semanas que los efectos a largo plazo de la enfermedad en los jóvenes puede ser muy variada. Pérdida de olfato o del gusto; disminución en la capacidad de concentración y de memoria. ¿Los jóvenes también pueden ser víctimas de estos efectos secundarios?

Por supuesto que sí. Todavía estamos conociendo detalles de la historia natural de la covid-19. Cómo evoluciona, qué porcentaje desarrolla... Ya sabemos claramente que no es únicamente una enfermedad que afecte las vías respiratorias. Produce también trastornos de coagulación, inflamatorios, afecta a otros órganos, etc. Nos falta entender aún más como evoluciona en la totalidad de la población de edades jóvenes.

Sabemos que hay algún porcentaje, por reducido que sea, que desarrolla severidad, y ciertamente que quienes tienen otras patologías y son jóvenes están expuestos a un riesgo mayor de severidad por la enfermedad. Pero yo insistiría en que aún estamos en la fase de conocer más elementos y detalles de como evoluciona exactamente esta patología una vez que se produce la infección.

También seguimos aprendiendo de cuál es la duración que tiene la inmunidad en los distintos grupos de edad, teniendo en cuenta tanto si han sido infectados de modo natural o protegidos por los efectos de la vacuna.

¿Tiene sentido vacunar a los jóvenes? ¿Es una solución para contener esta ola?

No es la solución para contener esta quinta ola. Si tiene sentido vacunar a los jóvenes porque va a ser importante en esta patología que tengamos el máximo posible de cobertura de la vacuna en todos los grupos de edad. Pero si empezamos a vacunar a todas las personas de 15 a 30 años mañana, no tendríamos un efecto protector por generación de inmunidad hasta dentro de 30 o 35 días. Se necesitan dos dosis, que se desarrolle la inmunidad plena, etc.

Aun con el esfuerzo de vacunación, en el próximo mes o mes y medio, el panorama actual no lo vamos a remediar con vacunas. Tenemos que remediarlas con medidas restrictivas y con medidas de salud publica bien direccionadas, como son los cribados focalizados, la detección precoz, la realización de pruebas diagnósticas y el aislamiento de positivos.

López Acuña: Vacunar a los jóvenes no es la solución para contener a esta quinta ola

Según su criterio, ¿deberíamos de volver a algunas medidas más restrictivas?

Definitivamente, yo creo que lo sensato es ir algunas pantallas atrás y señalar con toda claridad que este es un momento de prudencia, de cautela. Creo que las comunidades autónomas que han consultado con los tribunales la recuperación del toque de queda están haciendo lo correcto. Creo que quienes se equivocan son los que no toman ninguna medida restrictiva en estos momentos y creen que se va a resolver o solo con vacunas o solo con la evolución natural de semanas en donde se vayan agotando los números altos de contagios y de transmisión.

Este es un momento en el que si queremos frenar la transmisión, si queremos bajar la incidencia, tenemos que tomar medidas restrictivas. Algunos denunciamos que estábamos levantando medidas, como la del uso de la mascarilla, con demasiada premura y que podrían tener consecuencias. Vivimos un momento en el que debemos de recuperar algunas de las restricciones fundamentales para parar la transmisión tan intensificada, y no hacerlo nos está hipotecando una recuperación con mejores indicadores en los meses de verano, y la prueba es que varios países han retirado la confianza a España integrándola en la lista ámbar de destinos seguros.

Las nuevas variantes son cada vez más agresivas. ¿Implica esta circunstancia que tardaremos más en derrotar del virus?

Así es. Esto nos retrasa en los calendarios y nos relativiza el concepto de inmunidad de grupo porque depende de dos cosas fundamentalmente, no solo de vacunar a mucha gente, sino de la duración de la inmunidad y de la presencia de variantes que puedan o no eludir a la vacuna.

Yo creo que tenemos un elemento desequilibrador con las nuevas variantes porque son más contagiosas, se transmiten con más rapidez, tienen más proclividad a eludir el efecto de las vacunas y esto nos mueve el tapete de la gestión de las acciones con respecto a la pandemia y a las posibilidades de cortar de tajo la incidencia y la transmisión intensificada.