Los viajeros de fuera de la Unión Europea sí deberán guardar cuarentena al llegar a España

La vuelta a la libre circulación entre países de la UE podrá excluir a Estados que tengan situaciones epidemiológicas más graves

Los viajeros de fuera de la Unión Europa sí deberán guardar cuarentena al llegar a España

Europa Press

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La apertura de fronteras prevista para el 1 de julio se aplicará en primer lugar a las fronteras interiores de la Unión Europea, mientras que la frontera exterior Schengen se reabrirá más adelante y por decisión conjunta de los Gobiernos europeos. Eso significa que quienes sí puedan llegar a España desde fuera de la UE, fundamentalmente españoles o residentes en España, tendrán que seguir guardando una cuarentena.

Así lo han explicado este viernes fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores que, no obstante, subrayan que el 80 por ciento del turismo que recibe España procede de países de la UE: Reino Unido es el principal emisor de turistas hacia España, seguido de Alemania y Francia. Reino Unido ha salido formalmente de la UE, pero todo 2020 es el llamado periodo transitorio y se le aplican las normas de movilidad europea.

Además, los Veintisiete también estudian que algunos países de fuera de la UE que estén en buena situación epidemiológica no se vean afectados por ese cierre de la frontera exterior, y que los viajeros que vengan desde ellos reciban el mismo trato desde el punto de vista sanitario que los que circulen por el interior de la UE.

La frontera exterior del área Schengen está cerrada, por el momento, hasta el 15 de junio, pero es previsible que ese cierre se alargue. Sin embargo, pueden entrar en España algunas categorías de personas: españoles, residentes, trabajadores transfronterizos, personal sanitario, diplomáticos y personas que acrediten motivos familiares o de fuerza mayor. Salvo los trabajadores sanitarios y transfronterizos, desde el 15 de mayo tienen que guardar cuarentena.

AMPLIAR LOS VIAJEROS DESDE FUERA DE LA UE

Además, el Gobierno español está interesado en ampliar con la UE esas excepciones para que, al menos en un futuro cercano, puedan cruzar la frontera desde fuera de la UE y posiblemente no hacer cuarentena. Se trata, por ejemplo, de personas en viajes cortos de negocios o de estudiantes internacionales.

En todo caso, el Gobierno español quiere que sea el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) quien fije los criterios para considerar "seguro" a un país de fuera de la UE. Es lo mismo que defiende para el interior de la UE: que sea el ECDC quien defina los criterios para que los países puedan reabrir sus fronteras intraeuropeas y que esto no sea el fruto de negociaciones bilaterales que pueden ser discriminatorias.

Según las fuentes consultadas, es posible que si algún país de la UE está en peor situación epidemiológica quede excluido de esta reapertura general entre los socios. No obstante, consideran una posibilidad muy remota que eso pueda pasarle a España, precisamente porque la desescalada está siendo especialmente rigurosa.

EL GOBIERNO NO QUIERE UNA CARRERA POR LA REAPERTURA

Ese es el mensaje que el Gobierno está trasladando a sus socios: que quiere abrir las fronteras cuando sea seguro y que no siente presión por el hecho de que otros países las abran antes, porque no se siente inmerso en ninguna carrera. Prefiere ir con pies de plomo y no recibir ni enviar turistas hasta que la pandemia esté controlada.

A su modo de ver, aunque está claro que este será un verano atípico, con más peso del turismo nacional, se detecta mucho interés por parte del turismo europeo.

Cuando se reabran las fronteras entre países de la UE --en el caso de España, el 1 de julio-- la cuarentena para los viajeros se sustituirá por otro tipo de controles que aún están por decidir, pero que pueden incluir toma de temperatura en origen y destino, inspección visual, formularios sanitarios y localización y seguimiento de los turistas en destino si detectan síntomas.

En ese régimen de seguridad se incluirá la aplicación que está desarrollando la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.

También está en discusión la posible realización de tests, pero las fuentes consultadas señalan que los tests rápidos no son fiables y no pueden detectar --tampoco lo detecta una PCR-- un contagio que se produzca en tránsito. Los Gobiernos europeos también discuten protocolos de seguridad en tránsito y en caso de posibles rebrotes.

¿LAS ISLAS, LAS PRIMERAS?

El Gobierno sí ve posible que algunas regiones de España abran antes sus fronteras, regiones como las islas que terminen antes su proceso de desescalada, que tienen mejor situación epidemiológica y que, además, por su situación geográfica pueden ser una especie de experiencia piloto.

No obstante, las fuentes han apuntado que esa decisión tiene que tomarse con las comunidades autónomas y, además, que si se toma será una apertura a todo el área Schengen --salvo si algún país queda excluido--, no solamente a turistas procedentes de uno o dos países concretos.

Para el Gobierno español es importante mantener los criterios de no discriminación del área Schengen y, si algún país queda excluido, debe ser por criterios epidemiológicos a cargo del ECDC, no en virtud de acuerdos entre países.

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