NEOS asegura que la gestación subrogada es "una compraventa de seres humanos que cosifica a la mujer"

La polémica en torno a la gestación subrogada después de que Ana Obregón haya decidido ser madre por medio de este método sigue en el foco de la actualidad. Ilegal en países como España, pero no en Estados Unidos, donde ha encontrado este acomodo a sus 68 años, ha provocado un tsunami de reacciones a las que también se une la Fundación NEOS, que considera esta práctica "un negocio que debería escandalizarnos" y "una compraventa de seres humanos".

"Desde NEOS afirmamos que no todo vale y denunciamos rotundamente estas prácticas que, primero, cosifican a la mujer convirtiéndola en un mero recipiente para la gestación, se convierten a los hijos en mercancía como si estos fueran un objeto cualquiera sujeto a la compraventa y a la lógica mercantil y, tercero, hacen de la vida un producto de capricho": "La gestación subrogada es un síntoma más de la deshumanización de nuestra sociedad", explica María San Gil, una de las impulsoras de la Fundación NEOS.

Desde la Fundación recalcan que "los deseos de unos no pueden jamás reemplazar a los derechos de los más vulnerables, que también son los niños": "La subrogación es un proceso que cosifica a la mujer, cebándose con aquellas más vulnerables que, por su precaria situación económica, se prestan a esta aberrante práctica". En NEOS consideran que "los debates sobre la gestación subrogada en los medios, en el ámbito político y en el debate público en general, rara vez se centran en esta cuestión", poniendo el foco en ese recién nacido.

En los casos que se usen donantes de óvulos o esperma junto con el acuerdo de subrogación, se "da poca consideración a los derechos del niño resultante, que en muchos casos será separado de, al menos, uno de los padres biológicos, así como de los posibles medio hermanos". En casos de donación anónima de óvulos y/o espermatozoides, a los niños se les niega "parte, o en algunos casos todos, los detalles de sus orígenes biológicos". También se centran en "la herida primaria de perder a su madre biológica, una experiencia bien documentada entre los niños adoptados" como una de las consecuencias.