Un policía acaba ante el juez e Iker Jiménez le defiende con ironía: "¿A quién se le ocurre?"
El periodista ha tirado de ironía para criticar la situación que enfrentará un policía que actuó estando fuera de servicio para salvar a dos niñas de 7 años en Salou
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Un policía de Zaragoza tendrá que enfrentarse el próximo 17 de noviembre a una situación que, a buen seguro, jamás hubiera imaginado. Todo sucedió durante un día del pasado mes de agosto en una playa de Salou (Tarragona), cuando un joven de 22 años sugirió a dos niñas de 7 años que se fueran con él al lavabo. Afortunadamente, la actitud del presunto pedófilo fue advertida a tiempo por los familiares de las niñas, entre los que se encontraba el agente, padre de una de ellas.
“Estaba tumbado en una posición extraña y no se le veían las manos”, declaró entonces el agente. Ante esta circunstancia, decidieron acercarse a la zona en la que se encontraban las niñas para cerciorarse de que no sucedía nada extraño. En ese momento, “él se levantó corriendo y trató de marcharse. Pregunté a las niñas qué quería ese chico y ellas respondieron que les había dicho que si se iban al lavabo con él”, relató.
Su reacción fue inmediata. El agente se identificó, ya que no estaba de servicio, y procedió a su detención hasta que los Mossos d'Esquadra llegaron al lugar. La situación, vivida por multitud de bañistas, que le llegaron a increpar, pudo traducirse en un tumulto hasta que el agente decidió alejarlo de la zona para evitar una serie de reacciones ofensivas. “Había unos franceses que empezaron a llamarle a gritos pedófilo. De hecho, lo llevé a un chiringuito cerca para evitar que empeorara la situación y esperar a la Policía en un sitio tranquilo y lejos de las niñas y la familia, que estaban afectadas por lo ocurrido”, confesó.
Sin embargo, el presunto pedófilo no será judicializado por la actitud con las menores al archivar el caso el Juzgado de Instrucción número 6 de Tarragona. Sí se tendrá que ver las caras en el juzgado con el agente, ya que este le denunció por las supuestas lesiones leves que le produjo cuando lo retuvo después de intentar llevarse al baño a dos niñas, según ha publicado el Heraldo.
El periodista Íker Jiménez ha tirado de ironía para criticar el caso: “¡Que lo metan en la cárcel por abuso de autoridad! ¿Hacer su trabajo e impedir el mal? ¿A quién se le ocurre semejante desfachatez? ¡A la trena!”.
El joven, al parecer, presentaba algunas marcas en la espalda al haberle presionado esa zona con la rodilla para evitar que escapara, los brazos también con señales y una herida leve en el cuello. Además, el presunto pedófilo ha justificado su actitud con las menores asegurando que tan solo se acercó para “saludarlas de forma cordial y simpática” hasta que un “señor se metió en el agua y lo sacó a la fuerza”. La resolución del caso, a partir del próximo 17 de noviembre.