Pulso de La Moncloa a sus barones: "Bregad con los mimbres del paquete fiscal"

Federaciones rebajan el triunfalismo por las medidas y dejan en la diana a Montero

Ricardo Rodríguez

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

“¿De qué va Ximo [Puig]?” El grito contra el presidente de la Generalidad Valenciana surgió al unísono de La Moncloa y de Ferraz y permitió sujetar, siquiera fugazmente, las ofertas fiscales en ciernes de otros barones del PSOE. Era esencial para Pedro Sánchez frenar el arrastre del debate e intentar ser “faro” de los suyos con el paquete de medidas improvisado por el Gobierno. “Con esos mimbres, toca bregar”, defiende el equipo presidencial.

Hay que partir de la idea del férreo control sobre la organización de Sánchez: Si él da una consigna, aunque sea a regañadientes, debe ser acatada de manera disciplinada. Pero, sin olvidar este extremo, algunos líderes regionales marcan cada vez más distancia con el Presidente y se centran en sus territorios. En el Ejecutivo en ningún caso pasa inadvertido. “Las comunidades van por libre”, asumen desde Hacienda. “La marca PSOE se ve desgastada a diferencia de la gestión propia”, reconocen en privado en las estructuras autonómicas.

La decepción con el paquete fiscal del Gabinete ha sido más que palpable. Aunque querían dar por descontado que habría “gestos hacia la parroquia”, se han antojado en la trastienda “insuficientes” los esfuerzos para con el bienestar de las clases bajas, en voz de cuadros regionales. Y, cabe añadir, nulos en beneficio de las clases medias. En la diana la titular de Hacienda. El chasco con María Jesús Montero ha sido sustancioso. “Es su negociado”. De hecho, ni hizo falta esperar a que el PP desmontase la apuesta gubernamental para que distintas federaciones socialistas andasen con el alma en vilo. “La gestión de este tema debió hacerse mejor”, “desde luego, sin tanto ruido”, sugieren dirigentes con los micrófonos apagados.

Las estructuras del PSOE en la periferia analizan de forma pormenorizada sus sondeos internos y entienden que cuanto más marcan distancias de Pedro Sánchez más opciones tienen en las urnas del 28 de mayo. Las antenas ciudadanas del Ejecutivo se antojan averiadas. “Con la subida de impuestos a rentas altas y a grandes fortunas - avisan - no basta para recuperar a los votantes perdidos”. Y de ahí que los barones se centren en sus territorios. Así es como Sánchez ahonda en su condición de figura atropellada por los acontecimientos para jefes de gobiernos atormentados por la crisis mientras sube el empobrecimiento social.

Pero Sánchez siempre se mueve en torno a un laberinto de variables. El paquete fiscal le permite, según entienden en La Moncloa, plantar cara a la ofensiva del PP, quitarse algo de presión de sus propios barones, pero además ha superado un obstáculo para rematar las negociaciones con Unidas Podemos ante el anhelo de tener sobre la mesa del Consejo de Ministros de este martes 4 de octubre el anteproyecto de ley de los últimos Presupuestos Generales del Estado de la Legislatura. Es lo único relevante a ojos de Pedro Sánchez, toda vez ansía tener las manos libres para agotar su mandato.