Sanz Roldán, una carrera dedicada a recuperar el prestigio del CNI

El jefe del Centro Nacional de Inteligencia se jubila a los 74 años después de jugar un papel fundamental en el fin de ETA

Sanz Roldán, una carrera dedicada a limpiar la imagen del CNI

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Félix Sanz Roldán, el militar que se ganó la confianza de tres presidentes para dirigir los servicios secretos del país, abandona este viernes el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) tras diez años de mandato salpicados de éxitos y también de episodios controvertidos.

El papel de los servicios secretos para el fin de la banda terrorista ETA y la recuperación del prestigio del Centro tras los escándalos de la etapa en la que estuvo dirigido por Alberto Sáiz son los principales logros del general con más información de todo el país, que ahora, a los 74 años, se jubila. En la otra cara de la moneda están la crisis en Cataluña o sonados escándalos como el de las escuchas ilegales protagonizado por el excomisario Villarejo, ahora en prisión, o el de la amiga del rey Juan Carlos I, Corinna zu Sayn-Wittgenstein.

Por estos casos llegó a comparecer el año pasado, a petición propia, ante la comisión de secretos oficiales del Congreso de los diputados y su nombre apareció en los titulares de todos los medios. Antes de su comparecencia, la ministra de Defensa, Margarita Robles, se mostraba convencida de que declararía con "absoluta transparencia, todo rigor y diciendo la verdad de lo que sabe", porque Sanz Roldán es, dijo entonces, "un servidor del Estado".

Es además conocido, y en esto coinciden partidarios y detractores, por su astucia y su habilidad, cualidades que le permitió estar en el cargo con tres presidentes de distinto signo: el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, el popular Mariano Rajoy y ahora, en la última etapa, el socialista Pedro Sánchez. Rodríguez Zapatero apostó por él, un militar veterano que había sido jefe del Estado Mayor de la Defensa (jemad), a propuesta del entonces ministro de Defensa José Bono, y anteriormente Alto Representante para la Presidencia de España ante la UE.

Durante su etapa como jemad se aprobó la Directiva Nacional de Defensa, en noviembre de 2004; un año después, la Ley de Defensa Nacional; y en abril de 2006, la Ley de Tropa y Marinería, entre otras importantes normas.

Nacido el 20 de enero de 1945 en Uclés (Cuenca), Sanz Roldán ingresó en la Academia General Militar en julio de 1962 y, cuatro años más tarde, fue promovido a teniente de artillería.

Entre sus primeros destinos figuran el Batallón de Instrucción de Reclutas en Aaiún (Sahara), el Regimiento de Artillería Lanzacohetes en Astorga (León) y el grupo de Misiles Superficie-Aire ("Hawk") en San Roque (Cádiz).

Ya como comandante, desempeñó el cargo de agregado militar de la embajada de España en Washington, ocupó un mando en Artillería de Campaña de la Brigada Acorazada en El Goloso y representó a España ante el mando de la OTAN en Europa (SACEUR), en Mons (Bélgica).

Como experiencia internacional, fue jefe de Tratados Internacionales en la División de Planes y Organización del Estado Mayor del Ejército y de Relaciones con la OTAN/UEO en la Dirección General de Política de Defensa.

En marzo de 1998, se convirtió en general de brigada y fue designado subdirector general de Planes y Relaciones Internacionales del Ministerio de Defensa. Ascendió a general de división en junio de 2001, a teniente general en mayo de 2004, cuando fue nombrado director general de Política de Defensa.

El 25 de junio siguiente fue promovido a general del Ejército y nombrado por el Consejo de Ministros jemad, en sustitución del almirante Antonio Moreno Barberá. Una carrera prolífica que llega a su fin este viernes, fecha en la que deja el mando del CNI.

Su número dos y secretaria general del centro, Paz Esteban, se perfila como su relevo de forma interina, a la espera de que se forme un nuevo Gobierno que nombre a su sucesor.

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