Sergio Sayas, de Navarra Suma: “Antes ponían carteles con mi foto en una diana, Sánchez lo blanquea por poder"

El diputado adelanta en COPE.es que casi seguro votará 'no' a la prórroga de la alarma porque el Gobierno la utiliza "para mercadear" con competencias ajenas a la emergencia

Sergio Sayas, de Navarra Suma: “Antes ponían carteles con mi foto en una diana, Sánchez lo blanquea por poder"

Marcelino Abad

Publicado el - Actualizado

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Sergio Sayas López (1979) empezó en política cuando no todos se atrevían a significarse. Eran los años en los que había que llevar escolta, mirar debajo del coche o pensar dos veces lo que se decía en público por miedo a ser el siguiente muerto. Quizás el mayor disgusto que se llevaron sus padres fue verlo por casualidad en televisión en un acto de Unión del Pueblo Navarro (UPN). Ellos, que conocían cómo actuaba ETA, y él, un chaval de tan solo 24 años conmocionado tras el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco.

Diputado en el Congreso desde mayo de 2019 por la coalición Navarra Suma, acaparó la atención el pasado 5 de enero mientras se debatía la investidura de Pedro Sánchez. Entonces acusó al presidente de dar una respuesta “acomplejada, sumisa y arrodillada” a Mertxe Aizpurua, de EH Bildu. La diputada se había referido al discurso que Felipe VI pronunció tras el referéndum ilegal del 1-O como una “expresión de autoritarismo”. “¿Sabe lo que es el fascismo? ¡Los 857 asesinados por ETA!", le respondió Sayas al mismo tiempo que le reprochaba a Sánchez “ser presidente de España con los votos de Bildu”.

Pregunta (P): ETA asesinó en Navarra a 42 personas. ¿Cómo recuerda su infancia y juventud?

Respuesta (R): Para mí, el punto que marcó la diferencia fue cuando tenía 18 años y era la primera vez que iba a Sanfermines. Ese año fue cuando mataron a Miguel Ángel Blanco. De ir a pasar un fin de semana a Sanfermines para divertirnos, fuimos y el fin de semana se convirtió en un fin de semana de reivindicación por la libertad. Eso, para mí, fue un shock porque entendí lo que era el terrorismo, lo que estaba pasando en contra de la libertad.

Con 24 años mi partido no podía hacer listas en ningún municipio de mucha presencia abertzale como era Alsasua o Berriozar y me pidieron que fuera en la lista de Berriozar para que esa gente pudiera votar a nuestro partido. Acababan de matar en esa localidad a Francisco Casanova, que era un militar, y yo dije que sí. Fui, en principio, para no salir, pero la gente nos votó. Sacamos dos concejales y entré en el Ayuntamiento.

P: ¿Cómo era su vida aquellos años siendo concejal de un municipio de marcada presencia abertzale?

R: He tenido que llevar escolta desde los 23 años. Llevé dos escoltas durante ocho años prácticamente, después uno, y las pintadas eran algo habitual, los carteles con tu cara y una diana o los gritos por la calle. Noté mucho el cambio de Berriozar porque cuando empecé, que eran los años duros, la gente que quería saludarte, la gente que te votaba, antes de pararte por la calle para decirte algo, miraba a los lados para que no hubiese nadie. Luego te daba las gracias por presentarte, pero si no, hacía como que no te conocía. Eso cambió radicalmente cinco o seis años más tarde. Ya había una normalidad muchísimo mayor, pero en los años duros la presión en la calle era importantísima.

"La gente que quería saludarte, antes de pararte por la calle, miraba a los lados para que no hubiese nadie. Luego te daba las gracias por presentarte"

P: O sea, que colocaban carteles con su foto en una diana...

R: Sí, de hecho, nosotros hacíamos una cosa que era una terapia. Cuando ponían carteles con nuestras caras y nos llamaban asesinos, fascistas o nos ponían textos, corregíamos las faltas de ortografía con un rotulador. Si nos iban a matar, por lo menos que lo hicieran con cierta dignidad.

P: ¿Cómo lo han vivido sus padres?

R: Tenía la suerte de que no vivía en la localidad en la que era concejal porque fui ahí porque nadie se quería presentar. Eso, de cara a la presión de mi familia, era más fácil de llevar que, por ejemplo, la del alcalde, que era socialista, sus nietos eran de allí, les ponían carteles, les mandaban cartas sabiendo a qué colegio iban. Eso todavía es mucho más difícil de llevar, pero aún así, para mí lo difícil respecto a mi familia era explicarles por qué estaba ahí de concejal. Cuando tú te presentas en tu pueblo, le puedes decir a tu familia que te presentas porque quieres trabajar por tu pueblo. Lo podrán comprender o no, pero es un argumento. Pero cuando te presentas en un pueblo con el que no tienes nada que ver, ese argumento no sirve. Solo le podía contar que iba ahí porque no quería ir nadie, y si no quería ir nadie, qué difícil y qué dura tenía que ser esa localidad para que tuviese que ir alguien que no era de allí. Eso es la peor parte de contar. Y mis padres sufrieron mucho cuando tuve que llevar escolta.

"A mis padres les contaba que iba a Berriozar de concejal porque no quería ir nadie, y si no quería ir nadie, qué difícil y qué dura tenía que ser esa localidad..."

P: ¿Qué le decían?

R: Que lo dejase. Además, yo no soy de una familia nada política. Mi madre es ama de casa, mi padre ha sido operario en una empresa y la política la han visto como algo muy lejano. De hecho, mi madre no me dejaba afiliarme al partido y se enteró un año más tarde cuando yo, en un acto, que me escondía detrás de una columna para que no me sacaran las cámaras, me sacaron. Entonces les conté que estaba afiliado. Eso fue un disgusto para ellos. No te digo nada que fuera cargo público en un ayuntamiento... Lo llevaron con resignación. Ahora mi madre está contenta, pero en ese momento…

P: ¿Cree que se blanquea el terrorismo de ETA cuando se aceptan los votos de Bildu?

R: Se blanquea absolutamente. En el momento en el que Bildu, que no se ha apartado ni un momento de los atentados terroristas, que no ha sido capaz de decir ‘yo condeno todo lo que ha hecho una banda terrorista durante 40 años en una democracia’, que es absolutamente inmoral y que sus concejales, sus votantes y muchos cargos públicos están aplaudiendo a terroristas cuando salen de la cárcel -están este fin de semana en Pamplona jaleando a un terrorista que mató a Tomás Caballero-, ese partido no es un partido democrático más.

"Bildu, que sus concejales, sus votantes y muchos cargos públicos están aplaudiendo a terroristas cuando salen de la cárcel, no es un partido democrático más"

P: He estado buscando y la única condena expresa que he encontrado de Bildu a la "violencia de ETA" fue en junio de 2015 como condición para entrar en el Gobierno de Uxue Barkos. De hecho, este mes Bildu ha impedido una condena institucional en el País Vasco al ataque en el domicilio de Idoia Mendia...

R: ¿Bildu es un partido legal? Sí. ¿Se presenta a las elecciones? Sí. ¿Usted tiene la obligación de llegar a acuerdos con todos los partidos que se presentan a las elecciones? No. ¿Es inmoral hacerlo? Sí. Es una decisión del PSOE. ¿Por qué es una decisión del PSOE? Porque si en Navarra no acepta los votos de Bildu, no es Gobierno. Si no es usando el voto de Bildu, Sánchez no llega a la Presidencia del Gobierno. Por tanto, lo blanquea porque su objetivo no es moral, es de poder. Y aquí estamos viendo exactamente lo mismo. Se está arrodillando, primero, a ERC, que también es inmoral, pero siendo inmoral, no va a jalear a terroristas a la puerta de la cárcel, va a jalear a miembros del procés, que tampoco me gusta. Y no solo ha elegido como socios para España a alguien que quiere destruir España, que es evidente, si no que jalean a terroristas cada vez que tienen una oportunidad. Y alguien que es presidente del Gobierno con esos apoyos y que está dispuesto a pactar, indica la calidad moral, que es nula, que tiene esa persona.

P: Si la escena estuviera menos crispada y los grandes partidos en lugar de política de bloques hicieran grandes coaliciones no sería necesario depender de los partidos independentistas ni de Bildu...

R: Ningún puesto, ninguna decisión y ninguna ley justifica una inmoralidad. Yo no sería presidente si para ser presidente tuviese que necesitar los votos de Bildu. No lo sería.

P: ¿Le daría el poder a su adversario?

R: O me iría a otras elecciones o haría lo que tuviese que hacer. No sería mi responsabilidad. Pero yo no aceptaría los votos de Bildu para ser presidente de España. Y el que los acepta y pasa ese peaje no puede responsabilizar a nadie de eso.

El señor Sánchez lo que no puede pretender es una apoyo gratuito y eterno, que es lo que pretende, con una egolatría que no se puede medir. Alguien que quiere acordar no descuelga el teléfono solo cuando está ahogado, descuelga el teléfono de manera habitual, por ejemplo, en el caso de Pablo Casado, empezó apoyando todos los decretos, empezó tendiendo la mano, pero, claro, es indecente que el presidente del Gobierno no llame al líder de la oposición casi cada día en una situación como esta. Es indecente. No acuse a los demás de que no quieren pactar con usted, pregúntese qué está haciendo para buscar la unidad. Pero es que el señor Sánchez entiende la unidad como un trágala impuesto que hay que hacer lo que quiero yo en el momento en que yo quiero. Y eso no es unidad, eso es sumisión. Y no puede pedir a ninguna fuerza democrática que sea sumisa al Gobierno.

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P: María Chivite, presidenta de Navarra por el PSOE, ha integrado en su nuevo gobierno a Itziar Gómez, exparlamentaria de Herri Batasuna, formación ilegalizada por el Tribunal Supremo por formar parte del entramado de ETA. Antes de llegar al Gobierno, Chivite criticó que “votar a Navarra Suma es abrir la puerta a Vox”. ¿Qué valoración hace de su discurso?

R: A María Chivite le tiene que dar tanta vergüenza ser presidenta de Navarra con los votos de Bildu, cuando su partido ha sufrido el terrorismo tanto o más que el nuestro; cuando ha estado prácticamente tan amenazada como lo he estado yo; cuando yo he visto lo que le han hecho a la familia de Javier Remírez, que es el vicepresidente del Gobierno… Les tiene que dar tanta vergüenza... Les tiene que haber parecido tan inmoral haberse comido un sapo tan grande, tienen que poder justificar tanto ante tanta gente que, al final, tienen que tratar de buscar en esa inmoralidad en la que han entrado cualquier elemento para repartir la indignidad. Pero es que la indignidad solo está en su sitio. Nosotros no hemos pactado con Vox en ningún sitio, pero es que si hiciésemos un pacto con Vox en algún sitio, sería comparable a su pacto con Podemos.

"A María Chivite le tiene que dar tanta vergüenza ser presidenta de Navarra con los votos de Bildu, cuando el PSOE ha sufrido el terrorismo tanto o más que UPN..."

A mí me hace mucha gracia cuando la izquierda, en esa supremacía moral en la que está instalada, le parece que las posiciones de extrema izquierda son buenas, pero las de la derecha extrema no son buenas. A mí los extremismos no me gustan, ni a derechas ni a izquierdas, pero, desde luego, no puedo comparar a una fuerza extrema en los postulados que no comparto con una fuerza que no condena los atentados terroristas, que jalea a terroristas cada vez que tiene oportunidad, que va a las puertas de las cárceles a hacerles 'ongui etorris' a los terroristas. Con esos son con los que la señora Chivite es presidenta.

P: Navarra tiene una particularidad con el resto de las comunidades, que es la disposición transitoria cuarta de la Constitución que abre la puerta a una anexión al País Vasco mediante una consulta. Un objetivo buscado por las fuerzas nacionalistas desde el comienzo de la Transición. ¿Le preocupa que pueda activarse?

R: El pueblo navarro no es nacionalista. El nacionalismo lleva 30 años sin crecer en Navarra ni un 1%. La sociedad navarra le ha dicho al nacionalismo una y otra vez que es navarra, que es foral, que es española y que no quiere ningún experimento con el País Vasco y que eso de Euskal Herria es una entelequia que existe en la mente de los nacionalistas. Lo preocupante es que llevamos años asistiendo a unos parámetros en Navarra muy parecidos a los que hemos visto en Cataluña.

En Cataluña todo empezó con Montilla, no con el nacionalismo, ¿y qué estamos viendo? En primer lugar, adoctrinamiento a través de la educación; en segundo lugar, uso de los medios de comunicación para resetear cerebros; en tercer lugar, la imposición de un pensamiento totalitario: si no piensas como yo, si no consideras que esta es la forma de ser navarro, eres un mal navarro, eres una persona execrable de la derecha extrema. Los mismos patrones que hemos visto en Cataluña se están reproduciendo en Navarra. Y lo preocupante es eso.

P: El PNV y el Gobierno central han acordado que el País Vasco y Navarra asuman la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV). ¿Qué le parece?

R: El problema del acuerdo con el PNV es, en primer lugar, que los navarros no hemos dado representación al PNV. De los cinco escaños que elegimos, ninguno ha sido para el PNV y, por tanto, no es un interlocutor de nuestra comunidad. Otro de los problemas del acuerdo con el PNV es el mercadeo en el que se está convirtiendo la política. No puede ser que cuando vengamos a aprobar un decreto de alarma el Gobierno, en lugar de tratarnos de convencer de la necesidad de ese estado de alarma, de darnos los informes sanitarios que avalan esa necesidad, que los llevo reclamando dos meses y no los tengo, lo que haga sea convertir la política en un zoco de la indecencia y en un bazar de la vergüenza. Trata de conseguir los votos con cesiones que nada tienen que ver con la explicación sanitaria.

P: ¿Cree que nos encontramos ante un estado de excepción encubierto como critican PP y Vox?

R: Jurídicamente no me atrevo a marcar la diferencia porque no soy experto jurista. Creo que ha sido necesario en España porque la gente no puede estar confinada en su casa sin un instrumento jurídico que así lo ampare. Además, la movilidad entre las comunidades y las provincias no se puede limitar en un país libre como este porque el Gobierno quiera hacerlo, tiene que tener un instrumento. Además, me parece bien que el Gobierno quiera venir cada 15 días a pedir eso al Congreso. Nuestra actitud ha sido la de la responsabilidad. Pero hemos llegado a un punto en el que, primero, la necesidad del estado de alarma es distinta, y, en segundo lugar, el Gobierno no pide el apoyo al estado de alarma, viene aquí a mercadear con el nacionalismo. Y en ese mercadeo no vamos a entrar.

P: ¿Van a votar en contra?

R: Nuestro Comité Ejecutivo es el que marca la posición, tendrá un debate al respecto, pero me atrevo a decir que la posición sea el ‘no’.

P: El presidente de UPN, Javier Esparza, ha aplazado la celebración del congreso que el partido iba a celebrar hasta que lo permita la pandemia. Usted se ha postulado como candidato a la Presidencia ¿Qué pretende cambiar?

R: No tengo una diferencia ideológica con Esparza, lo que tengo es una diferencia en cuanto a la forma de entender el partido y de gestionarlo. El partido tiene que estar mucho más pegado a la calle, tiene que tener mucha más presencia en la sociedad navarra. UPN era una familia y cada vez más estoy viendo un partido burocratizado, despegado, desilusionado. Y eso es lo que trato de cambiar.

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P: ¿Qué responsabilidad tiene Esparza es eso?

R: No es una cuestión de responsabilidad, sino de tiempo. Cuando alguien ha intentado durante dos veces conseguir unos objetivos políticos que, por muchas razones, no se han conseguido; cuando alguien ya ha aportado todo lo que puede aportar a un proyecto, es el momento de cambiarlo. Creo que el proyecto de Esparza ya ha dado a UPN todo lo que puede dar.

"Cuando alguien ya ha aportado todo lo que puede aportar, es el momento de cambiarlo. Creo que el proyecto de Esparza ya ha dado a UPN todo lo que puede dar".

P: Cs está cambiando de estrategia con el ojo puesto en el centro. ¿Teme que su coalición se resienta?

R: No porque tenemos la coalición muy bien hecha. Nos presentamos juntos, pero luego cada uno se integra en su grupo parlamentario y defiende las posiciones de su grupo. La única no libertad de voto que tenemos es en la investidura, es decir, sí tenemos que pactarla con nuestros socios. Si algo comparte Cs, UPN y el PP es que Navarra es una pieza singular atacada por el nacionalismo, que es clave en este momento para España. Es una idea compartida y es la idea fundacional de Navarra Suma.

P: Esta semana ha estado marcada por el cese del coronel Pérez de los Cobos, la dimisión de Ceña y la salida de Santafé. ¿Qué valoración hace de Marlaska?

R: El ministro Marlaska está tardando muchas horas en haber dimitido. Si tuviese la mínima dignidad tendría que estar en su casa y mucho más siendo lo que es. Alguien que es juez y que tiene tan poco respeto por los procedimientos… Le inhabilita absolutamente para ser ministro e, incluso, para el servicio público. Él ha sido un azote del terrorismo en este país con una enorme valentía, pero lo que está haciendo en este momento es impropio de un ministro. Es impropio cesar a los mandos de la Guardia Civil aunque tuviese pensado hacerlo, que no me lo creo, en un momento en el que se está haciendo una instrucción que puede perjudicar al Gobierno. Es injustificable y solo le queda una salida, que es la dimisión.

"Es impropio cesar a los mandos de la Guardia Civil aunque Marlaska tuviese pensado hacerlo, que no me lo creo, en un momento en el que se está haciendo una instrucción que puede perjudicar al Gobierno"

P: Álvarez de Toledo ha elevado el tono en el pleno del Congreso al llamar a Iglesias "hijo de terrorista". El vicepresidente la había llamado “marquesa”. ¿Qué le parecen estos enfrentamientos en la Casa de todos?

R: Parto de quien empieza esto. Que Cayetana Álvarez de Toledo sea marquesa, condesa o plebeya nos da exactamente lo mismo a todos. Lo que nos importa son sus opiniones políticas, sus propuestas para la nación o su posición ante una materia que se está debatiendo en el Congreso. Cuando el señor Iglesias comienza eso para tratar de despreciar a la persona se encuentra con que Cayetana Álvarez de Toledo, que tiene mucha información, sabe de dónde procede el señor Iglesias. Por tanto, cuando uno usa unas armas en el debate tiene que aceptar que el otro use las mismas armas que él.

P: ¿Es proporcional llamar a uno marqués o marquesa y que esa persona responda que tu padre es un terrorista?

R: Me parece totalmente proporcionado.

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P: El CIS de enero publicó que los políticos habían llegado a convertirse en el segundo problema de los ciudadanos por detrás del paro. ¿Hace autocrítica?

R: Y no somos la primera porque los ciudadanos españoles no ven muchas cosas porque en lo que se está convirtiendo la política… Es deplorable. Pero es una reflexión de todos: de los políticos, de los medios de comunicación donde hoy uno hace una intervención estelar sobre un asunto importante y no sale en ningún sitio. Lo que sale es la anécdota, es el chascarrillo, es el insulto, es la patada, es el golpe en la madera del escaño. Como la gente quiere tener 20 segundos del hilo informativo, da golpes a la madera, da patadas e insulta. Y es un círculo vicioso en el que se está entrando, pero con eso lo que estamos haciendo es una sociedad peor. A la política hay que devolverle la dignidad.

"Como la gente quiere tener 20 segundos del hilo informativo, da golpes a la madera, da patadas e insulta. Y es un círculo vicioso en el que se está entrando"

P: ¿Y cómo se hace eso?

R: Es un trabajo de todos. Es un trabajo de los que estamos aquí, que somos los primeros, y también de los que lo cuentan.

P: Usted antes hablaba de “zoco de vergüenza e indignidad”, de “mercadear”, de “falta de libertad”. Llega un momento en el que las palabras, a fuerza de usarlas, se banalizan. Usted ha sufrido el terrorismo de ETA y sabe lo que de verdad es la falta de libertades. ¿Cree que la crispación de la política se puede trasladar a la calle?

R: Creo que es perjudicial cuando es banal, pero no cuando es real. Las palabras tienen la virtud de describir algo. Si algo es una barbaridad, la palabra tiene que serlo. A mí me parece que lo que ha hecho el señor Marlaska es completamente antidemocrático y a alguien a esta palabra le puede parecer fuerte.

P: Pero se ha llegado a decir que un diputado de otro partido es "indigno". Indignas pueden ser las acciones, ¿pero las personas?

R: Estoy de acuerdo. Cuando te dedicas a la política y cuando la vives entiendes las reglas de esta actividad, que es yo puedo estar muy en contra de tus ideas y de tus posiciones, pero no de tu persona. Hay compañeros de mi partido de los que no soy amigo y gente de otros partidos de los que sí lo soy. La ideología ni te acerca ni te separa de alguien, es la conexión personal.

P: ¿Con quién tiene buena sintonía de otras formaciones?

R: Con Inés Arrimadas, con Omar Anguita (PSOE), con Pablo Casado o con Uxue Barkos ( Geroa Bai) cuando estaba en Navarra.

Esta entrevista fue realizada el jueves 28 de mayo en el Congreso, antes de la polémica sesión en la Comisión de Reconstrucción Social y Económica.