Un universitario catalán se queja de que se impartan clases en castellano y recibe un baño de realidad

El usuario de Twitter asegura que la solicitud del único estudiante de Erasmus provocó que el profesor dejara de dar las clases en catalán

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Desde 1987 el programa Erasmus facilita la movilidad de miles de estudiantes universitarios en toda Europa, por lo que los jóvenes se benefician de un programa de becas para poder estudiar el grado universitario en países extranjeros durante un período determinado de tiempo. Un programa que ha resultado un inconveniente para un estudiante de la Universitat Politècnica de Cataluña que se ha quejado a través de las redes sociales de que su profesor ha pasado de impartir las clases en catalán a impartirlas en castellano por la solicitud de un alumno del programa.

Este usuario, de nombre Arnau Junquera, ha explicado que en su clase de la universidad hay “30 personas y 1 Erasmus” y que, tras una “primera clase en catalán” el estudiante extranjero solicitó que fuera en castellano. “De ahora en adelante, todo el curso en catalán”, explica el joven universitario que, ironiza: “bravo”.

En un hilo bajo la misma publicación, Junquera critica “la facilidad de los profesores de ceder en estas situaciones y cambiar la lengua, sobre todo si la guía docente de la asignatura dice explícitamente que se imparte en catalán”.

Los propios usuarios de Twitter han salido al paso para recordarle al estudiante catalán que la decisión de la universidad de integrarse en el programa Erasmus conlleva impartir las clases en el idioma solicitado al estudiante extranjero para acceder a ellas.

Denominado desde el pasado año 2014 como Erasmus+, el programa de becas para estudiar en el extranjero se saldó en el pasado 2017 con casi 50.000 estudiantes en nuestro país, colocando a España al frente de la lista de los países que más estudiantes europeos acoge, seguido por Alemania Reino Unido en los tres primeros puestos. Eso sí, el país germano, segundo en el ranking, acoge 14.000 estudiantes menos que España, una cifra considerable.