Santuario del Bustar, el milagro de la Virgen carbonera en tierra de bandoleros

Hasta hace no mucho tiempo, era un Santuario perdido entre campos de cultivo y pinares muy cerca del río Pirón; ahora, es una cuidadísima zona verde

Santuario del Bustar, el milagro de la Virgen carbonera en tierra de bandoleros

Ana L. Quiroga

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Circulando por la A-601 que une Segovia con Valladolid, antes de llegar a Cuéllar, encontramos Carbonero el Mayor y en las afueras, tan escondido que ni siquiera está señalizado, el Santuario de la Virgen del Bustar.

Hasta hace no mucho tiempo, era un Santuario perdido entre campos de cultivo y pinares muy cerca del río Pirón invadido por cangrejos americanos.

Ahora el santuario, como es lógico, sigue inalterable, pero lo que antes era una explanada de tierra blanca cuyo polvo se metía en la nariz y en el pelo, hoy es una cuidadísima zona verde, con merendero y zona de juegos infantiles, que contrasta con la aridez del entorno porque los pinares, aunque los sigue habiendo, han ido retrocediendo víctimas de la deforestación.

Como lugar preferente, la Fuente del Pozuelo que marca el lugar exacto en el que había un bustar, un hoyo en el que se quemaba lentamente la madera para hacerla carbón y en el que, según la leyenda, se le apareció la Virgen a un pastor del vecino pueblo de Fuentes hoy abandonado, para decirle que excavara en ese lugar porque, allí, había una imagen suya escondida. Corría el siglo XVI.

Santuario del Bustar, el milagro de la Virgen carbonera en tierra de bandoleros

La historia que ha sido transmitida generación tras generación, habla de que el pastor, asombrado por lo que le acababa de ocurrir, avisó a unos carboneros que se encontraban cerca, quemando leña para hacer carbón y que, después de cavar y levantar unas losas encontraron, efectivamente, la imagen de la Virgen que, a pesar de que parecía llevar mucho tiempo enterrada allí, tenía al lado una vela encendida.

Una vez rescatada la imagen, en ese lugar, brotó un manantial de agua que hoy se conoce como Fuente del Pozuelo.

Santuario del Bustar, el milagro de la Virgen carbonera en tierra de bandoleros

Ante la milagrosa aparición de la Virgen que llamaron del Bustar, decidieron levantar el santuario que hoy conocemos, al que más tarde añadieron una zona destinada a hospedería para el sacerdote, la cuidadora del santuario y otras autoridades relacionadas con él y que solo abre los domingos del verano, en alguna ocasión especial y, por supuesto, el día de la fiesta grande de la Virgen del Bustar, fecha en la que, al son de dulzainas y tambores, los carbonerenses la sacan en procesión hasta la Fuente del Pozuelo, la fuente del milagro.

Hasta llegar al santuario, por una angosta y polvorienta carretera, se nos viene a la cabeza la figura del Tuerto de Pirón, el último bandolero de la Sierra de Guadarrama, del que cuentan que se hizo bandolero por venganza, al ver que su prometida terminaba casándose con otro. Como represalia, robó la mejor cabeza de ganado del que debería haber sido su suegro y se la comió en una cueva cercana, con un grupo de amigos.

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Muchos de esos amigos, en la que sería su primera fechoría, formaron con él una banda de bandoleros que, durante años, se dedicó a asaltar iglesias y caminantes por toda la Sierra de Guadarrama y, en especial, en esta zona de Carbonero el Mayor que conocían bien por la proximidad a su localidad de origen: Santo Domingo de Pirón.