Pantano de Mediano, la iglesia sumergida y el puente del diablo
Muy cerca de la localidad de Aínsa y después de una caminata de un par de kilómetros, podemos disfrutar con el paisaje impresionante del entorno
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Abril
1969. En
, a los pies
l Parque Natural
Ordesa en Huesca, parece haberse
satado el diluvio universal. La lluvia cae con fuerza inusitada y las compuertas
l embalse recién construido se confabulan con ella.
spués
tres días
lluvia incesante, los habitantes
l pueblo, ven como el agua empieza a inundar sus casas y tienen que abandonarlas casi con lo puesto, volviendo la mirada para ver cómo van
sapareciendo.
Cuando escampa, solo la torre
la Iglesia
Nuestra Señora
la Asunción sigue a la vista. Aquella iglesia construida en el siglo XVI, no parece dispuesta a rendirse y todavía hoy, se mantiene en pie, preciosa en su soledad, como una isla
safiante en mitad
l
. Cuando las aguas bajan, como ocurrió en 2018, esa iglesia que en la zona llaman “la dama
l lago”, se puede ver en toda su belleza, con la puerta tapiada y el campanario vacío.
Un poco más allá, se mantiene también en pie el “esconjuradero”, una caseta en la que se llevaban a cabo distintos ritos para ahuyentar las tormentas, las plagas, la peste, pero que no fue lo bastante efectivo contra el poder
structor
l agua. Dicen los vecinos
la zona que, un poco más abajo, bajo varios metros
agua, se conserva el Puente
l Diablo.
Cuenta la leyenda que, hace muchos años, estaban los hombres
l pueblo pasando la tarde
domingo entra risas y cuentos, cuando uno
ellos propuso hacer un puente sobre el río Cinca porque ahorrarían mucho tiempo en sus
splazamientos. “Llevaría mucho tiempo y dinero y sería una obra
l diablo”, dijo otro. En ese momento, apareció un jinete que se presentó como el diablo y les propuso terminar el puente antes
que al amanecer siguiente cantara el gallo. La única condición es que, al finalizar, tenían que entregarle las únicas tres jóvenes doncellas
l pueblo.
Accedieron los hombres, pensando que era una obra imposible, pero al ver que, efectivamente, el diablo iba a terminar el puente en una noche, corrieron a sus corrales para
spertar a los gallos y hacerlos cantar antes
que terminara el trabajo, pero los encontraron a todos muertos. Cuando solo faltaban dos piedras para que el diablo completase el puente, para sorpresa
todos, un gallo cantó a lo lejos y el diablo, cumpliendo su palabra, se marchó
jando el puente terminado.
Los hombres, entusiasmados por haber ganado aquel reto
sigual, buscaron por todos los corrales y no encontraron a ningún gallo vivo hasta que, al final, el abuelo
una
las jóvenes que iban a ser entregadas, salió
un escondite y, al igual que había hecho unas horas antes, imitó el canto
l gallo, con tanta perfección que había conseguido engañar al mismísimo
monio.
Hoy, muy cerca
la localidad
Aínsa y
spués
una caminata
un par
kilómetros, podemos disfrutar con el paisaje impresionante
l entorno y con la torre
esa iglesia como recordatorio
que, ahí, donde hoy solo vemos agua, en otro tiempo hubo un pueblo con sus gentes y su propia leyenda.