San Andrés de Teixidó, si no vas en vida tendrás que ir después de muerto
Cuenta la leyenda que Dios se compadeció de San Andrés y le prometió que su santuario sería el más visitado
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En medio
un pequeñísimo pueblo, perdido entre Cariño y Cedeira (La Coruña), al que se llega por una sinuosa carretera rodeada
paisajes excepcionales, allí, asomándose al mar, encontramos el Santuario
San Andrés
Teixidó donde, según reza la leyenda, quién no acude a visitarlo en vida, tendrá que hacerlo
spués
muerto.
Todo eso porque, según cuentan, San Andrés y el Apóstol Santiago, habrían llegado juntos a este lugar
spués
que su barca naufragara.
El Apóstol siguió camino hacia Compostela y San Andrés se puso muy triste porque Dios le pidió quedarse allí, en medio
la nada, mientras Santiago seguía hacia el Campo
la Estrella para convertirlo en centro
atención
todo el mundo.
Cuenta la leyenda que Dios se compadeció
San Andrés y le prometió que su santuario sería el más visitado, porque quien no fuera a visitarlo estando vivo, lo tendría que hacer estando muerto y, además, convertido en reptil o gusano. Es por esa razón que, en el pueblo y alrededores, se pide no matar a esos animales, por si se tratara
un alma en pena.
Claro que, según cuentan
sde hace generaciones, si conocemos a alguien que haya muerto sin ir a San Andrés
Teixidó y queremos evitar que lo tenga que hacer convertido en lagartija, serpiente o cualquier otro bicho, también podemos acercarnos a su tumba, dar tres toques sobre la lápida y llamar al muerto por su nombre.
spués, solo tenemos que peregrinar a San Andrés, porque él nos estará acompañando. Eso sí, conviene ir hablándole como si estuviera en vida a nuestro lado, para que no se
spiste y se quede a medio camino.
Una vez visitado el santuario, conviene refrescarse en la Fuente
l Santo porque dicen que el agua que mana
sus tres caños tiene efectos milagrosos, especialmente para eliminar verrugas y hacernos con algún “andresiño", que no son más que figuras hechas con miga
pan y coloreadas
las que dicen que, según su forma, protegen contra el mal
ojo, el
samor y otras “calamidades”.
Finalmente, tenemos que asomarnos al abismo
los acantilados que se abren a nuestros pies para disfrutar
una vista excepcional y, sobre todo, para ver la Barca
San Andrés, que es una enorme roca en el mar, con forma
barca invertida, con la quilla hacia arriba y
la que algunos dicen que es la barca en la que navegaban Santiago y San Andrés y que se convirtió en piedra
spués
naufragar.
Entre historias, leyendas y mucha fe, lo cierto es que, San Andrés
Teixidó, es un lugar espectacular, uno
esos pueblos con encanto, volcado en la
voción al santo y en mantener vivo el sentido ancestral
la protección poco ortodoxa. Es esa Galicia eterna y única, en la que la
voción a los santos transcurre- en paralelo a la inquietante senda
la creencia en las meigas.