La angustia de los jóvenes que aún continúan aislados en Mallorca

El macrobrote originado en Mallorca, y que este martes ha elevado la cifra de contagios hasta los 1.200 jóvenes, sigue dejándonos multitud de historias y conclusiones sobre cómo se ha gestionado este episodio desde el Gobierno de las Islas Baleares. La situación, lejos de mejorar, sigue sumando contagios. Además, ya serían los 270 jóvenes confinados en hoteles y 12 personas las ingresadas, aunque con síntomas leves. Entre ellos un joven de 18 años que fue ingresado el pasado fin de semana en la UCI del Hospital General de Elche, según han confirmado fuentes sanitarias al diario ABC.

A pesar de que el portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Baleares, Javier Arranz, ha trasmitido "tranquilidad" a los padres de los estudiantes aislados en Mallorca, la situación ha generado multitud de dudas entre los familiares de los jóvenes afectados. Así lo ha podido constatar COPE tras recoger las impresiones de un padre que ha visto desde la distancia como su hija se enfrentaba en solitario a esta situación.

Juan Carlos M. ha confesado que "han sido momentos de mucha angustia" a los que se ha enfrentado -en este caso- su hija de 17 años. "Es cierto que desde el Gobierno balear han intentado gestionarlo de la mejor manera posible, pero eso no significa que no se hayan producido graves incongruencias", ha espetado. "Mi hija salió de Sevilla rumbo al hotel Luna Park de Mallorca con un test de antígenos negativo el día 23 de junio, y el día 26 ya estaba confinada", ha recalcado.

La realidad parece chocar de manera frontal con la situación que están viviendo los jóvenes que se encuentran aislados cuando Juan Carlos nos confirma asombrado que "esta mañana, por fin, me ha llamado una doctora para explicarme la situación de mi hija. A pesar de haber dado positivo por COVID 19, sigue asintomática con unos leves episodios de tos", nos informa aliviado.

Uno de los momentos de más tensión se vivió cuando "la policía se presentó con un gran despliegue para evitar cualquier tipo de altercado, lo que conmocionó a muchos de los chicos", asegura Juan Carlos, quien denuncia que "nos obligaron a firmar un documento con el que autorizábamos el traslado de los chicos y sobre el que no nos ofrecían ningún otro tipo de alternativas".

Respecto a la situación de su hija una vez que ha sido puesta en cuarentena por dar positivo en COVID, ha informado aliviado que "esta mañana, por fin, me ha llamado una doctora para explicarme la situación de mi hija. A pesar de haber dado positivo por COVID 19, sigue asintomática con unos leves episodios de tos".

Durante los próximos días se seguirá de cerca la evolución de los jóvenes, aunque en el caso de Juan Carlos y su hija no será hasta el día 8 de julio, una vez que logre superar el proceso de aislamiento de diez días marcado por Sanidad, cuando podrá volver a casa: "nos han informado de que ya no se le practicará ningún tipo de prueba".

"Afortunadamente parece que con el paso de las horas todo se está asentando, pero es cierto que hemos vivido momentos de una gran angustia. Lo que sí es indiscutible es que la situación no se ha gestionado de una manera efectiva tanto para los chavales como para los padres", ha concluido.

La gestión de la crisis por parte del Gobierno balear

Por su parte, Arranz ha respondido este martes a las críticas dirigidas al Gobierno balear sobre los protocolos que se han seguido con los estudiantes contagiados de COVID-19 o que son contactos estrechos en este 'megabrote'.

"No se está haciendo algo muy diferente, es el protocolo de siempre", ha señalado, a la vez que ha declinado responder sobre si este procedimiento es legal o no. "Los padres pueden hacer los trámites que crean preciso y se aclarará donde se tenga que aclarar", ha indicado sobre las denuncias de algunos padres.

El portavoz ha querido transmitir "tranquilidad" a los padres, puesto que los estudiantes aislados "están en un hotel de nivel bueno" donde se atienden todas sus necesidades básicas y a nivel médico. No obstante, ha admitido ser consciente de que una cuarentena "son días difíciles de pasar" y "más cuando estás fuera de tu casa".