Casado evitará pedir someterse a una investidura
Desde el PP descartan la opción de la investidura y lo enmarcan en el terreno de la especulación
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El fracaso de Pedro Sánchez para ser investido presidente ha dado lugar a todo tipo de especulaciones. Una de las últimas ha sido la posibilidad de que Pablo Casado se presente como candidato a una investidura en la que pueda aglutinar hasta 157 de los 350 escaños de la cámara, los correspondientes a PP, Cs, VOX, Navarra+ y Coalición Canaria. La suma no da para obtener la mayoría absoluta, pero esta fórmula pasaría por pedirle entonces al PSOE su abstención, para que, en una segunda votación, en la que ya solo se requiere una mayoría simple para llegar a ser presidente del Gobierno, fueran más los “síes” a favor que los “noes”.
El secretario general de los populares, Teodoro García Egea, y el recién investido presidente de Murcia, Fernando López Miras han deslizado esta posibilidad que, sin embargo, fuentes consultadas por COPE, descartan de plano, por el momento, y la enmarcan solo en el terreno de la especulación. Para empezar, porque nadie le va a decir al Rey a quién debe encargarle la formación de Gobierno. Además, desde el PP no se ha hecho ningún movimiento concreto en este sentido porque son conscientes también de su debilidad parlamentaria, de que cuentan con casi una veintena menos de diputados que Pedro Sánchez cuando lo intentó en el 2015. Casado, aseguran esas mismas fuentes, es bastante más pudoroso que el líder socialista. Y no se sabe hasta qué punto una derrota como la sufrida en las urnas el pasado mes de abril, y una investidura fallida, favorecerían al líder popular.
La idea, eso sí, puede servir al PP para dos cosas: una, para que el foco y la presión para que se abstengan en septiembre recaiga en el PSOE, y no en ellos; y dos, para dejar la pelota en el tejado de Sánchez, para que se visualice que su investidura no es un mandato divino, y que puede haber otras posibilidades encima de la mesa.
En el PP están convencidos ahora mismo de que la primera opción del líder del PSOE son unas nuevas elecciones, porque un Gobierno con Podemos le supondría un desgaste enorme y sería una bomba de relojería que podría explotar en cualquier momento. Eso sí, los destrozos de ese Ejecutivo volverían a impulsar al alza a los populares, aunque de momento, en Génova tienen que seguir trabajando eso de la refundición del bloque de centro-derecha.