Celaá defiende su ley frente a las críticos, a los que acusa de "catastrofistas"

La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha asegurado este martes que la reforma educativa garantizará que todos los alumnos tengan "dominio pleno y equivalente" del castellano, en convivencia con la lengua cooficial de la región, y ha manifestado sobre las críticas suscitadas por la nueva ley: "¡Fuera catastrofismos!".

La ministra ha respondido así en el pleno del Senado a una pregunta del PP en la sesión de control al Gobierno en la cual el senador popular Miguel Lorenzo le ha pedido que aclare las razones para modificar la actual ley de educación y "suprimir el castellano como lengua vehicular" en la enseñanza.

Lorenzo ha calificado dicha cuestión como "muy grave", ya que representa "el mayor apoyo al 'procés' y a la independencia" de Cataluña, al tiempo que ha advertido que minusvalora a los padres castellanohablantes que se sienten "muy desprotegidos" y no encuentran "apoyo legal" frente a las discriminaciones en el ámbito educativo.

A ello, la ministra de Educación ha respondido que desde que se instauró la democracia hasta 2013 ninguna de las reformas educativas, fuera impulsada por UCD, PP o PSOE, ha contemplado la denominación "lengua vehicular" para el castellano en la enseñanza, porque, a su parecer, "no era necesario" al ser solo una denominación.

Celaá ha dicho que el Gobierno ha "trasladado el centro de gravedad" a las regiones para que se evite alimentar "la controversia política" sobre un "elemento muy sensible que levanta sentimiento de pertenencia" como es la lengua.

Ha destacado que "habrá medidas compensatorias" para que las administraciones autonómicas garanticen "el dominio pleno" del castellano, en convivencia con otras lenguas cooficiales.

Además, la ministra ha respondido a una pregunta formulada por el senador de Más Madrid (adscrito a la Izquierda Confederal), Eduardo Fernández Rubiño, sobre qué va a suceder con la asignatura de Ética en la reforma educativa.

Fernández ha pedido que se recupere, que tenga "tanto peso" como las matemáticas o la física y ha reclamado al Gobierno que rectifique y desista de sustituirla por la asignatura "Valores Cívicos y Éticos".

Celaá le ha contestado que la nueva asignatura abarcará todas las materias que permitan cumplir con la finalidad de la educación, que es, ha dicho, la de proporcionar las herramientas para que los alumnos sean "personas críticas, éticas y competentes", que tengan "libre pensamiento" y sepan "deslindar" lo verdadero de lo falso.