La coalición en el País Vasco se logra a costa de un cisma en el PP

Pablo Casado ha conseguido uno de los objetivos que más ha buscado en los últimos tiempos, alcanzar un acuerdo con Ciudadanos para concurrir juntos a las próximas elecciones vascas. Pero habrá que ver si el precio que se ha pagado por ese acuerdo no es demasiado elevado porque, de entrada, ha provocado un cisma entre la dirección nacional y la dirección regional del partido.

El jueves se había hecho público un preacuerdo con Ciudadanos y el negociador de este partido, José María Espejo Saavedra, desveló en una rueda de prensa que los números dos de las listas de Álava y Vizcaya serían para su formación. Este punto indignó al PP vasco, que publicó un tweet en el que calificaba como “inasumible” esa propuesta, que regalaba, de entrada, dos asientos en el parlamento de Vitoria a una formación que ahora no tenía ninguno.

Las negociaciones continuaron y al filo de la medianoche, Alonso era citado a una reunión en Génova al día siguiente para “analizar”los términos de ese acuerdo. El líder de los populares vascos plantaba a la dirección nacional del partido con el argumento de que nunca se había contado con ellos, que todo se había hecho a sus espaldas.

A media tarde de ayer el PP y Ciudadanos firmaron ese acuerdo sin dar detalle alguno a la dirección regional. “Si quiere saber algo, -decían en Génova- que llame, pero no le vamos a aguantar un pulso más”. El ultimátum de los de Casado era claro: “o traga, o se marcha”. Pero entre los planes de Alonso no está el de irse de manera voluntaria “para nada”, aseguran fuentes de esa formación. El PP vasco publicaba a última hora de la tarde un tweet más conciliador, recordando que siempre han estado por la suma del constitucionalismo y asegurando que todavía hay tiempo para reconducirlo a la realidad del centro-derecha que ellos lideran.

A Alonso le salía además un potente aliado: Alberto Núñez Feijoo, quien aseguraba, que le daría “todo el apoyo” que él le solicite, y con la intensidad que considere oportuno. El presidente gallego dejaba así patente bien a las claras que no comparte lo que ha hecho Génova.

Pero la historia no ha acabado. El líder del PP Vasco ha convocado el lunes a la Junta Directiva Regional de su partido para defender “su proyecto, su historia y su trayectoria”. Parece difícil que puedan rechazar esa coalición que ya está registrada, pero sí que podrían exigir tener voz y voto en esas negociaciones que quedan por venir. La batalla, pues, continuará.