El PP considera que la designación de Feijóo por el Rey les hace el proyecto político más sólido

Reconocen a COPE la candidatura a la investidura será una de las tareas más arduas, difíciles y laboriosas que tengan que afrontar

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Maribel Sánchez da más detalles sobre cómo afronta el PP el reto de la investidura

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En el Partido Popular saben que la designación de Feijóo como candidato a la investidura será una de las tareas más arduas, difíciles y laboriosas que tengan que afrontar, porque están a cuatro votos de conseguir la necesaria mayoría absoluta y porque, reconocen a COPE, que van a ser muchos los que les pongan palos en las ruedas. Aun así, consideran que la decisión del rey lleva implícito este mensaje claro: el proyecto político, más sólido, que cuenta con más apoyos parlamentarios y el mejor armado para la sesión de investidura, es el que encabeza Alberto Núñez Feijóo.

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El Rey propone a Alberto Núñez Feijóo como candidato a la investidura como presidente del Gobierno

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Por eso, en Génova se han movilizado ya para iniciar las reuniones con los grupos parlamentarios el próximo lunes, aunque reconocen en COPE que hay muy pocas, casi ninguna opción, nos dicen, de que el PNV les apoye y saben que solo eso permitiría un gobierno del PP. La reacción del PSOE, el partido del otro candidato, de Pedro Sánchez, ha sido bien distinta. Se limitan a acatar y respetar la decisión del monarca y esperan a que Feijóo mueva ficha antes de hacer más valoraciones.

¿Y ahora qué?

Es la pregunta que se han hecho todos después de conocer que el Rey designaba a Alberto Núñez Feijóo como candidato a la investidura. ¿Cuándo será el debate? La decisión de la fecha corresponde a la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol. Ni el reglamento del Congreso ni la Constitución establecen plazos para que se celebre el debate.

¿Qué pasa si, como es previsible, fracasa la investidura de Feijóo? Se pone en marcha el reloj y empieza la cuenta atrás para la repetición de elecciones. El plazo es de dos meses. Si en ese tiempo ningún candidato consigue ser investido, Felipe VI disolverá las Cortes y convocará nuevas elecciones que se celebrarían 47 días después.