¿Ha pactado Ciudadanos con Vox como esgrime el colectivo LGTBI?

La polémica surgida a raíz de las agresiones que sufrieron los miembros de Ciudadanos que participaban en la marcha del Orgullo del pasado Sábado en Madrid, continua generando más repercusiones. Desde Ciudadanos se pide la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, al que culpan de haber alentado a las masas en su contra.

Los políticos del partido naranja tuvieron que salir escoltados de la manifestación, después de que un grupo de personas les increpase y forzase su salida del lugar. Ignacio Aguado, en declaraciones a COPE y a TRECE, denunciaba que fueron “rociados con orina” y atacados con "hielos y botellas".

Estos hechos han sido “justificados” por la izquierda y parte del colectivo LGTBI, haciendo referencia a la “hipocresía” que supone que Ciudadanos “pacte” con un partido como Vox, al que no dudan en calificar como “homófobo”.

Las situación política ya es tensa de por sí, pero lo acontecido en la marcha del Orgullo suma unos grados más a una temperatura que empieza a dejar un ambiente un tanto irrespirable. Pero, ¿es cierta la acusación que vierten sobre los pactos entre Ciudadanos y Vox? ¿Existe alguna firma conjunta? A continuación vamos a realizar un breve repaso de los distintos hitos en la relación más cercana entre ambos partidos, para intentar clarificar la situación.

REGIÓN DE MURCIA Y COMUNIDAD DE MADRID

Uno de los primeros puntos en los que debemos fijarnos es en la Región de Murcia. Allí, Ciudadanos acabó accediendo a sentarse en una mesa a tres, junto a PP y Vox, para negociar un acuerdo de gobierno, que invistiese presidente a López Miras. Fue entonces, cuando las declaraciones de Villegas y Girauta desde Madrid dinamitaron el encuentro. En ellas, los dirigentes naranjas arguyeron que Ciudadanos no estaba negociando, sino tomando un café. Algo que produjo una reacción instantánea en Vox, que se levantó de la mesa y se fue, dejando a Murcia, aún a día de hoy, sin Gobierno.

Caso muy similar al de la Comunidad de Madrid, que sigue sin Gobierno, y los tres partidos de derechas no logran ponerse de acuerdo. A pesar de haber llegado a un punto en común para encumbrar a Almeida en el consistorio madrileño, el puesto de Díaz Ayuso está mucho más complicado. El problema es el mismo. Ciudadanos rehuye sentarse a negociar con Vox o firmar cualquier acuerdo conjunto. Argumentos que contradicen la versión del colectivo LGTBI. Aún así, como hemos comentado previamente, aquí, en la capital, es donde el partido sufrió la agresión del colectivo y tuvieron que salir escoltados por la policía.

BURGOS

Este es un caso diferencial. Los dos concejales de Vox en el Ayuntamiento de Burgos se saltaron el acuerdo alcanzado a nivel nacional entre la formación y el Partido Popular para impedir la constitución de gobiernos de izquierdas y favorecieron con su votación la investidura del candidato socialista, Daniel de la Rosa, quien se hizo con el bastón de mando de la ciudad.

Allí, las fuerzas de la izquierda no sumaban los respaldos suficientes para conformar gobierno por mayoría absoluta y lo mismo le sucedía al PP y Cs, que precisaban del apoyo del partido de Santiago Abascal para garantizarse el sillón de la Alcaldía.

Tras no alcanzar un acuerdo con Ciudadanos a nivel local, los representantes de Vox en Burgos ya anunciaron su intención de votar a su candidato, dando así por rotas las negociaciones con la formación naranja. Y eso fue precisamente lo que sucedió, haciendo alcalde al candidato socialista.

ANDALUCÍA

Por contra, otro punto a tener el cuenta fueron las elecciones en Andalucía. Vox entró con una fuerza que nadie había imaginado. Sus 12 escaños posibilitaban el cambio de gobierno en una comunidad donde el PSOE había campado a sus anchas durante 40 años. La única condición para obrar el milagro, era conseguir un pacto entre PP, Ciudadanos y Vox. Vox se mostró dispuesto y pactó con el PP. Ciudadanos, recibiendo numerosas presiones, se mantuvo al margen y repetía una y otra vez que su socio preferente era el PP.

Finalmente, PP y Ciudadanos pactaron y Vox tan solo apoyó en la investidura. Incluso, el partido liderado por el exjuez Serrano, amenazó con una enmienda a la totalidad de los presupuestos andaluces. Que se interpuso, y que finalmente fue retirada.

¿ACUERDO EN PALENCIA?

Un documento colgado en el perfil de Vox en Facebook publicado el 15 de Junio sigue siendo utilizado como arma arrojadiza a nivel nacional, entre los detractores de la formación naranja como una prueba de que Ciudadanos se ha sentado en algún punto a negociar con la formación presidida por Santiago Abascal.

En este documento se pueden ver las firmas de la representante de Vox Sonia Lalanda y de Mario Simón, actual alcalde de Palencia, al pie de un párrafo donde se indica como el grupo municipal de Ciudadanos asume las condiciones que días antes habían sido pactadas entre el Partido Popular y Vox en Palencia.

La firma servía como paso previo para la investidura de Mario Simón como Alcalde, necesitado del voto de Vox para llegar a la mayoría fijada en 13 concejales.

EUROPA

En Europa Ciudadanos, insistió en marcar sus diferencias con Vox en todo momento, más concretamente por su vocación “europeísta”, mientras que Vox decidió integrarse en los partidos de ultraderecha europea, con el Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos en el Parlamento Europeo, el grupo CRE.

En comunidades y ayuntamientos ha ocurrido de todo y esta vez Vox, que cree que en Andalucía pagó la novatada, intenta hacer valer sus votos. La situación es de bloqueo en muchas de las plazas donde Vox es decisivo.

Es obvio, que habrá muchos pequeños municipios en los que los votos de unos a otros hayan acabado resolviendo la alcaldía. Pero esos votos no implican la firma de ningún documento.

Queda constancia después de tantos enfrentamientos entre ambos partidos que las relaciones nos son muy buenas. Es más, el reciente tuit de la cuenta de Vox, en el que se vertían inumerables descalificaciones hacia Rivera y Ciudadanos, distanció aún más a las formaciones.

Veremos que acaba sucediendo en los lugares que aún siguen bloqueados por ambas formaciones. Lo que queda claro es que, en los lugares más representativos Ciudadanos evita, o al menos lo intenta, negociar y sentarse con Vox. Algo, que en ciertos lugares como Palencia, parece, que si hicieron. La reunión de Murcia fue muy representativa. Ciudadanos accedió a sentarse y a negociar. Aunque después negasen la mayor. ¿Qué será lo siguiente? Lo iremos viendo con el paso de los días.