Los errores de Torra en su propia gestión del coronavirus llevan a Cataluña a una situación descontrolada
En los últimos siete días han alcanzado los 1.054 casos por coronavirus, y ya es la segunda comunidad autónoma con más casos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha entrado en un laberinto sin salida en las últimas horas tras el aumento de casos de coronavirus que está experimentando Cataluña. Después de que dificultase cualquier entente con el Gobierno central para prolongar los estado de Alarma en los meses más difíciles de España, ahora el número uno del Govern está en el punto de mira por no haber tomado antes medidas más estrictas para evitar la situación que ahora vive la comunidad.
Los datos de Cataluña son preocupantes. Así lo ha reconocido en las últimas horas el propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien ha admitido esta jornada de lunes que dentro del Ministerio les inquieta el progreso que están teniendo los brotes: "Nos preocupa especialmente la situación en Aragón y Cataluña". La propia alcaldesa de la ciudad condal, Ada Colau, no tuvo problema en reconocer que la Generalitat ha actuado tarde para evitar cualquier nuevo rebrote. "El Govern llegó tarde a Lleida, y ha llegado tarde al área metropolitana de Barcelona", reconoció en rueda de prensa el pasado sábado.
La situación que vive ahora Cataluña tras el fin del Estado de Alarma ha permitido demostrar que todas las reclamas soberanistas hechas en pleno confinamiento eran falsas. En los peores meses que vivía España, líderes independentistas llegaron a insinuar que era España los responsables de la situación que vivía su comunidad.
"Con la indepenencia habríamos actuado antes y probablemente no tendríamos tantos muertos ni tantos infectados", dijo la consjera de presidencia, Meritxell Budó. Sin embargo, a principios de marzo, justo quince días antes de que Sánchez decretase el Estado de alarma, todos los líderes independentistas se encontraban en Perpiñan y ninguno de ellos habló en aquel de momento de prohibir actos multitudinarios como los partidos de fútbol ni la manifestación del 8 de marzo.
Las acusaciones contra España del independentismo
Budó sin embargo no ha sido la única en admitir que una Cataluña independiente hubiese mejorado la situación de Cataluña. Siempre que ha sido preguntado, Torra siempre se ha escudado en un informe de la fundación Adenauer que concluye que "los Estados pequeños y los descentralizados son los que han dado mejor respuesta". "Nosotros nos hemos encontrado un proceso de recentralización y no somos un Estado", reiteró el líder soberanista.
Más duras fueron las palabras del presidente de la Cámara de Comercio de Cataluña, Joan Canadell, quien se mofó directamente de los fallecidos a golpe de tuit, al hablar de "de la España vaciada" como resputa al número de muertes que se estaban dando en España. Un ejemplo que replicó la eurodiputada de JxCAT, Clara Ponsatí, al haberse reído de los fallecidos en la Comunidad de Madrid. "De Madrid al cielo", tuiteó.
Estas reacciones fueron reprochadas y criticadas por todos los grupos parlamentarios, pero también de sus socios de Gobierno, Esquerra Republicana. En una entrevista, el presidente del Parlamento catalán Roger Torrent pidió "huir de discursos que tienen connotaciones nacionalistas" en este tipo de asuntos y el diputado Gabriel Rufían tachó como "nefastas" las palabras de Canadell. El presidente de la Cámara de Comercio catalana también llegó a decir que "España es paro y muerte, y Cataluña vida y futuro".
Aumento de casos
Ahora el Govern intenta volver expulsarse y señalar a Madrid, sin hacer ningún tipo de crítica. No en vano, Cataluña es una de las comundiades con mayor número de casos y no cuenta con suficientes rastreadores para hacer el seguimiento de los contactos de coronavirus detectados en la comunidad.
Según la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica los rastreadores en Cataluña son capaces de detectar entre 0 y 2 contactos, mientras en otras comunidades como Andalucía este ratio oscila entre 2 y 11. El propio Torra ha admitdo que las residencias de ancianos en Cataluña "no estaban preparadas para una catástrofe como las que venía" y donde han fallecido al menos 2.722 personas.
En los últimos siete días la Agencia de Salud Pública de la Generalitat ha notificado más de 1.074 casos de COVID-19 y el Govern ha extendido las medidas ya aplicadas para contener los brotes de la zona metropolitana de Barcelona y las dos comarcas de Gerona, aunque de momento ha descartado cualquier confinamiento permitral de Barcelona. La situación es especialmente crítica en el Segriá, donde la situación no ha mejorado y los hospitales han tenido 10 nuevos ingresos, alcanzando los 152, de los cuales una veintena están en la UCI.
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