Media docena de ministerios buscan la fórmula para dar el control de las fronteras y la inmigración a los Mossos

El ala socialista del Gobierno se afana en intentar convencer de nuevo a quien tiene la llave de la gobernabilidad y que no es otro que Carles Puigdemont. Cerca de media docena de ministerios están implicados en dar con una fórmula para que los Mossos d'Esquadra controlen las fronteras y la inmigración en Cataluña. 

Junts sigue empeñado en tener las competencias de inmigración. No quiere otra fórmula que no pase por el cien por cien del control de la frontera con Francia.

Los Mossos podrán asumir labores de seguridad en puertos y aeropuertos y está por ver qué pasa con el control de fronteras a partir de septiembre. La misma Generalitat de Cataluña ha advertido que la falta de efectivos impide adelantar medidas y reclamar más agentes para gestionar nuevas atribuciones que serán compartidas con el Estado. Eso dice la Generalitat. Los contactos, en cualquier caso, siguen abiertos.

Para Junts, aparentemente, todavía pueden caminarse más pasos. Su poder conminatorio ya ha llevado a Pedro Sánchez a remover desde Presidencia a Justicia, pasando por Interior, Exteriores o Inclusión y Migraciones, en la búsqueda de esa salida a la demanda de los separatistas que han exigido una transferencia integral de competencias en inmigración. 

La negociación se ha cruzado, por cierto, con ese reparto extraordinario en la península de 4.500 menores migrantes procedentes de Canarias y de Ceuta. 

El propio Ejecutivo ha borrado de la ecuación al PP y ha ofrecido a los socios el incentivo de que Cataluña y País Vasco reciban menos  niños.