La nieve y el mal tiempo impiden rescatar al operario de carreteras sepultado en Asturias
Un alud sepultó a un operario de conservación de carreteras en la vertiente asturiana del puerto de San Isidro, avalancha que provocó la muerte de su compañero de quitanieves
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Las catas en la nieve realizadas ayer y hoy por dos expertos en aludes indican que no se pueden hacer de momento trabajos directos de rescate en la zona cero en la que el pasado 1 de enero tuvo lugar el alud que sepultó a un operario de conservación de carreteras en la vertiente asturiana del puerto de San Isidro, avalancha que provocó la muerte de su compañero de quitanieves.
Transcurridos ya doce días desde que tuvo lugar el accidente, los responsables del operativo de rescate ven pocas posibilidades en lo que resta de semana de poder llevar a cabo actuaciones directas sobre la zona en la que se produjo la caída de toneladas de nieve, tanto por la inestabilidad del manto nivoso como por la llegada de una nueva borrasca que se anuncia para el fin de semana.
Según el jefe de bomberos Miguel Ángel Pérez, las catas llevadas a cabo estos dos días por los dos nivólogos, colaboradores de la Agencia Estatal de Meteorología, "indican que no se puede hacer ningún tipo de trabajo sobre el terreno en la zona cero, aunque sí trabajos técnicos de búsqueda con el georradar", que se ha acoplado a un dron y que desde el fin de semana se encuentra sobrevolando la zona.
"Seguramente, durante el fin de semana haya que suspender también esas tareas porque la llegada de una nueva borrasca sólo permitirá hacer labores de reten y de control de la zona", ha precisado el jefe de bomberos desde el puesto de mando avanzado que se ha habilitado en las cercanías del alud y que hoy ha sido visitado por la consejera de Presidencia, Rita Camblor.
Una vez pase esa borrasca, y en función de lo que digan los nivólogos, "se verá si se puede entrar o no" en la zona cero, algo en lo que tiene mucho que decir la situación del manto nivoso, que sigue siendo inestable y presenta riesgo de que se produzcan nuevos aludes.
La mejoría del tiempo ha permitido que ayer y hoy el helicóptero de la Guardia Civil, con el apoyo del medicalizado de Servicio de Emergencias de Asturias, sobrevolase la zona con los dos expertos en aludes y el piloto encargado de manejar el dron al que se ha acoplado el georradar de 5 kilos que se trajo expresamente de Letonia para intentar localizar el punto en el que podría encontrarse sepultado el trabajador.
Este georradar actúa hasta una profundidad de seis metros y, según la consejera de Presidencia, el piloto del dron ha hecho pruebas que permitirán que mientras lo permita el tiempo sobrevuele la zona de la avalancha.
Los operarios que trabajaban con la máquina quitanieves -el fallecido César Fernández, de 53 años, y Virgilio García, de 61- fueron sepultados el 1 de enero por la avalancha de nieve cuando se habían bajado del vehículo para intentar desatascar la chimenea de la fresadora en las proximidades de Riofrío, a cuatro kilómetros de la cima del puerto.
Los trabajadores habían sido enviados a San Isidro para realizar labores ordinarias de mantenimiento de la carretera, que permanece cerrada desde hace dos semanas por las copiosas nevadas y el riesgo de aludes.