Pablo Iglesias y Adriana Lastra se 'blindan' ante las críticas y censuran las respuestas en sus redes sociales
Twitter incluye una nueva función que tanto el vicepresidente segundo del Gobierno como la portavoz parlamentaria del PSOE no han tardado en utilizar
Madrid - Publicado el - Actualizado
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“Transparencia y rendición de cuentas”, exigía Adriana Lastra en 2017.
Más sincero era, el mismo año, Pablo Iglesias: “La transparencia no puede llegar a extremos que nos hagan daño”.
¿A qué viene recuperar estas declaraciones ahora? A la nueva utilidad de Twitter, que tanto la portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados como el vicepresidente segundo del Gobierno han decidido emplear últimamente.
La nueva forma de entender las respuestas de Twitter
Desde agosto, esta red social permite aplicar, de forma global, una opción que permite a los tuiteros limitar las respuestas de otros usuarios: “¿Quiénes pueden responder?”. Hay distintas opciones dentro de esta variable, que se puede aplicar a cualquier mensaje que escribamos:
Al limitar las contestaciones, no queda vetada, salvo que el perfil de Twitter en cuestión sea privado, la posibilidad de retuitear, compartir o dar Me gusta a los tuits. Eso sí, los retuits con comentario quedan fuera del hilo de la conversación iniciada por el autor original del tuit y de su cronología.
Según Twitter, se ha habilitado esta posibilidad para “dar a la gente más control sobre las conversaciones que inician”. También se piensa, en este caso, en las personas “que se sienten más cómodas hablando de lo que está pasando cuando pueden elegir quién les puede responder”. ¿Conclusión? Puede ser toda una utilidad para personajes públicos como los políticos. Lastra e Iglesias ya lo han evidenciado.
Así utilizan Adriana Lastra y Pablo Iglesias la nueva opción de Twitter
La portavoz parlamentaria socialista se ha mostrado más partidaria a evitar la respuesta generalizada a sus tuits. Así ocurrió, por ejemplo, cuando apoyó de forma pública a la candidatura demócrata estadounidense el pasado fin de semana: sólo personas a las que Lastra sigue o mencionados (no había ninguno) podían responderla.
“La realidad es que es incontrolable toda la gente que participe en las manifestaciones y hechos violentos, pero de lo que sí hay rastro es de quien las convoca, y todas estas convocatorias son públicas en grupos de Telegram de extrema derecha y pseudonegacionistas”, se comentaba en el primer tuit de un hilo del que Lastra se hizo eco el 2 de noviembre. En esta ocasión, tampoco podía haber respuestas lejos de su timeline.
Tuits menos dados a la crítica también han sido objeto de 'cerrojazo' por parte de Lastra. Es el caso de este, también del 2 de noviembre, en el que escribe: “Esta mañana visitamos el Museo Nacional de Antropología, ¡otra buena manera de viajar!”.
En el caso de Pablo Iglesias, podemos observar este comportamiento en un mensaje que hubiese recibido muchas contestaciones incómodas para él si no hubiese limitado la respuesta a seguidos y mencionados. Y más con lo mucho que se ha hablado de su reciente viaje a Bolivia junto al Rey: “He impulsado junto a @LuchoXBolivia, @alferdez, Rodríguez Zapatero, @dilmabr, @evoespueblo, @MashiRafael, @atsipras, @petrogustavo, @JLMelenchon y otros líderes progresistas de América y Europa la Declaración de La Paz, en defensa de la Democracia frente al golpismo de la ultraderecha”.
No obstante, esta limitación de las respuestas también la han aplicado medios de comunicación como CNN. Y no con pocas críticas, ya que un tuit de la cadena al que sólo podían responder miembros de su timeline o mencionados decía lo siguiente: “Nuestra confianza se ha roto (en nuestros líderes, instituciones e incluso en algunos de nuestros amigos). Ahora más que nunca, necesitamos escuchar, aprender los unos de los otros y reconstruir nuestros lazos. Porque cuando podemos confiar los unos en los otros, es cuando realmente podemos hacer grandes cosas”.
Debido al alto nivel de negatividad que parece poblar últimamente Twitter, es de esperar que el veto a las respuestas sea empleado por muchas más personalidades y grandes corporaciones. Ya se sabe: ojos que no ven...