Sin micrófonos: Sánchez, atrapado en el bucle del 155
El secretario general del PSOE siente en sus carnes la dureza del camino en su “oposición de Estado”. Él siempre apostó por un 155 rápido y limitado. Ahora se muestra dispuesto a aparcar los complejos
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
En la calle Ferraz se han acabado las certezas ante los avatares en Cataluña. Hasta ahora, Pedro Sánchez cerraba filas con Mariano Rajoy en el despliegue del 155, optando en estos últimos seis meses por el mínimo control de la gestión que hacía la bancada azul del Gobierno sobre el conjunto de la administración catalana, con todas las esperanzas puestas en la llegada de la normalidad institucional en la autonomía. La realidad, en cambio, aparece ennegrecida ante la investidura como presidente de la Generalitat de Quim Torra, presto a la reiteración delictiva.
El escenario abierto ha llevado al PSOE a aparcar la habitual contención, su ir “paso a paso”, siendo muy consciente de la aplicación de un nuevo 155 si hace falta ante una previsible vuelta al desafío total. “Cuesta más la primera vez que la segunda. Volver a apoyar la respuesta constitucional no nos constituye ningún esfuerzo”, advertía este mismo lunes el secretario de Organización, José Luis Ábalos. No existen dudas al respecto en la Ejecutiva Federal. Las llamadas al diálogo y demás bálsamos de Fierabrás quedan ya para la hemeroteca.
La experiencia, al fin y al cabo, es un grado. En las últimas horas, desde Ferraz han mostrado su disposición a aparcar las medias tintas. Las fuentes consultadas por la Cadena COPE hablan incluso de una intervención de TV3. “Se evitó por pura prudencia, con la comunidad internacional pendiente de los acontecimientos y cuando creíamos que el proceso duraría un par de meses”, se justifican. Ahora la respuesta del Estado, a tenor de las intenciones de Torra, debe caracterizarse por la “firmeza”, la “serenidad”, pero de igual manera desprovista de “cualquier ataque de histeria”, como la que los socialistas atribuyen a Albert Rivera.
Con esas premisas, y sin cejar en su empeño en paralelo de dar una salida política al conflicto a través de la malograda comisión territorial impulsada por el PSOE en el Congreso de los Diputados, Pedro Sánchez movía ficha, descolgaba el teléfono este lunes por la mañana y llamaba a Mariano Rajoy. Resultado: El secretario general del PSOE ha sido recibido este martes a las 9h30 de la mañana por el presidente del Gobierno en La Moncloa para analizar el escenario.