Rajoy buscará hacer de la convención un revulsivo contra las encuestas

El próximo viernes Mariano Rajoy viajará a Sevilla para participar en la inauguración de la Convención Nacional del PP que buscará rearmar ideológicamente al partido, y recuperar el terreno perdido durante los últimos meses. La cita deberá servir, además, para recuperar algunas de las banderas arrebatadas por Ciudadanos, en muchas ocasiones, por la apatía de los propios populares.

El presidente pues, deberá volver a atraerse a los votantes, pero también a sus propios militantes, que, hasta ahora, no acaban de saber qué rumbo lleva el partido, aunque, desde la calle Génova, insisten siempre en que el PP es ciclotímico, y oscila desde la depresión a la euforia.

La dirección del partido ha preparado cuatro mesas de debate presididas por Javier Arenas, Andrea Levy, Javier Maroto y Pablo Casado, donde se abordarán temas como la unidad de España, la conciliación, la violencia de género, las pensiones, la creación de empleo, o la prisión permanente revisable.

Mariano Rajoy se presentará en Sevilla con el haber de los presupuestos que ha aprobado el consejo de ministros, y con el debe de no saber exactamente si va a obtener los apoyos necesarios para sacarlos adelante, pero el presidente sacará pecho del incremento de inversiones en infraestructuras, de las subidas en pensiones, y en sueldos de funcionarios, de policías y de guardias civiles; de las bajadas de IRPF para las rentas más bajas; o del cheque de maternidad y del cheque guardería... medidas al pie de la calle, recuerdan, que serán muy difíciles de rechazar para los grupos de la oposición.

Mientras tanto, además, el jefe del Ejecutivo seguirá recorriendo España y haciendo guiños a los votantes: el lunes inaugurando una carretera en Galicia; el jueves recibiendo en Moncloa al sector de las camareras de piso... Y es que, la intención del Gabinete de Rajoy es que todas las semanas tenga un acto a lo largo de la geografía española, que salga de su residencia oficial y pise la calle.

Mientras tanto, el Ejecutivo seguirá esperando a que la situación en Cataluña se normalice, a que haya un nuevo gobierno, dentro de la ley, eso sí, con el que se pueda empezar a hablar. Y es que, son muchos los que piensan que los separatistas no se querrán arriesgar a unas nuevas elecciones en las que se medirá, qué sector del electorado se ha desmovilizado más: el de los constitucionalistas, o el de los independentistas. Y aunque no dependa exclusivamente de él, Rajoy, seguirá manejando los tiempos, y llevando hasta sus últimas consecuencias el lema que utilizaba el emperador Augusto: “apresúrate despacio”.