Sánchez, cautivo del “calentón” de un Torra al final de la escapada

El estrés domina al Gobierno, que prueba los sinsabores de la soledad parlamentaria

Sánchez, cautivo del “calentón” de un Torra al final de la escapada

Ricardo Rodríguez

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

“Cataluña carece de solución pero tiene recorrido”. El entrecomillado emerge del núcleo duro de Pedro Sánchez en cada sobresalto causado por un independentismo en lucha fratricida por la hegemonía y cuyo desenlace será clave en la supervivencia del presidente del Gobierno.

La batalla entre las facciones separatistas mantiene en alerta al Ejecutivo. El paseíllo de Quim Torra ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo este jueves, 17 de septiembre, que revisa su inhabilitación dictada al negarse a retirar lazos amarillos de edificios públicos, obliga ante futuribles acontecimientos. En caso de confirmarse la resolución del TSJC, el presidente de la Generalidad de Cataluña está obligado a “cumplir la sentencia y abandonar voluntariamente el cargo”, descuentan en las sentinas de La Moncloa. No hay más salidas.

Eso sí, sin perder nunca de vista los estrategas de Sánchez la capacidad de Torra de enturbiar el tablero político, anticipando en su último viaje a ninguna parte un pataleo “simbólico” - según los vaticinios del entorno presidencial - contra el “Estado represor y centralizador” y ello a la espera de una llamada a las urnas autonómicas catalanas que podría darse en febrero o marzo. Los recados desafiantes de Torra incordian a un Gabinete que busca evitarse sumar tensiones con ERC. Contrapartidas para calmar el consabido pánico de los socios republicanos a ser tachados de “traidores” han resultado la renovada apuesta por suavizar el castigo por sedición en el Código Penal o la disposición a reactivar la mesa de diálogo con Cataluña, sendos ases se antojan igualmente válidos para el PDeCAT tras su ruptura con Quim Torra.

El campo de juego se vislumbra abierto para Pedro Sánchez, que de ninguna manera descuidará a ERC, socio prioritario, y en cuyo seno existe el debate sobre si respaldar los Presupuestos Generales del Estado bajo la justificación de la pandemia. Una operación, en cualquier caso, al albur de los movedizos escenarios por venir. Esto es, de los pasos del aún “Molt Honorable”, de ser inhabilitado en firme, y de la reacción de los republicanos. Un cóctel que puede amargar la existencia del presidente del Gobierno, que tampoco descuida las presiones de Pablo Iglesias, empujándolo a solemnizar ante las Cortes que Inés Arrimadas representa un segundo plato. Haber rescatado a Cs de “la foto de Colón” sirvió para visualizar su condición de “aliado coyuntural”, aunque los contactos se multiplican y la negociación avanza según lo esperado.

Está claro que Pedro Sánchez va a tratar de moverse en todas las bandas. Más aún cuando ya ha probado los sinsabores de la soledad parlamentaria, hasta el punto de encargar a Carmen Calvo tantear la disposición de las distintas fuerzas para sacar adelante su calendario legislativo. Y ello mientras en sus filas han salido sarpullidos ante la derrota sin paliativos sufrida con el decreto de remanentes de los ayuntamientos. Descartado empezar de cero y presentar una alternativa, tal acción debilitaría su posición ante negociaciones por venir, según interpretan en el Gobierno, llevará a rescatar parte del texto tumbado a través de otra ley, a todas luces la presupuestaria, ante la necesidad de dar una solución a una asfixia de liquidez de alcaldes de todos los colores, incluida una legión de socialistas, que censuran a Hacienda ante la demora para hacer frente a la realidad de la crisis sanitaria, social y económica de sus conciudadanos.

Programas

Último boletín

5:00H | 10 NOV 2024 | BOLETÍN