Sánchez pasa a la ofensiva para frenar el desgaste: “No hay un minuto que perder”
Para La Moncloa, la tenacidad del Presidente va a revertir la crisis. Pero se asumen daños a la imagen del Gobierno
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Pedro Sánchez pretende sobreponerse a la hemorragia pasando directamente a la ofensiva. Exprimiendo al máximo el Plan Nacional de Respuesta a la Guerra por aprobar en el Consejo de Ministros de este martes y que marcará el resto de la Legislatura. “Toca revertir la situación y recuperar la iniciativa”, admiten en La Moncloa. En otras palabras, se busca reconectar con la opinión pública. “No hay un minuto que perder”, admiten colaboradores del Presidente.
Tanto es así que Sánchez busca situarse desde este lunes en el centro de la escena política. Y ese contexto es el que rodea el acto a las 09h30 en el Auditorio del Edificio Beatriz de Madrid. Rodeado de grandes del Ibex, sale a lanzar anuncios priorizando la concesión de subvenciones y ayudas directas a sectores, en lugar de rebajas fiscales. Y ello tras varias semanas de “inacción”. Tal imagen, a ojos del Gabinete, está muy alejada de la realidad: “Se ha instalado la idea de que hemos sido meros espectadores”. Una percepción de la que está lejos de ser inmune el Presidente, sostiene su entorno. El desgaste afecta al Gobierno en su conjunto. “Bastante”, admiten en diversos ámbitos socialistas sin aclarar si con encuestas internas en sus manos.
“Han sido días muy duros, complicadísimos”, confiesan en charlas informales mandos del PSOE, reconociendo que el estrés, ahora ya a sus ojos justificado, se ha agudizado por aguardar a un Consejo Europeo al que se fío la solución para España y cuyo corolario fue un premio de consolación, pero suficiente para salvar la cara. “Estamos satisfechos por la forma en que se zanjó la cumbre”, sostienen cercanos a Sánchez, cuya figura ensalzan sin rubor. “El Presidente se partió la cara y su determinación logró un gran triunfo”, resumen en su equipo. Bajo el control de la Comisión Europea, la excepción energética de la Península Ibérica a costa de romper la libertad y unidad del mercado para poner un precio máximo al gas ha permitido a La Moncloa respirar y guardarse en el cajón iniciativas extraordinarias en clave nacional para aliviar a los consumidores el recibo de la electricidad. “En menos de un mes” será realidad. Es decir, siempre después de Semana Santa.
En su huida, los guionistas venden un papel clave de liderazgo de Sánchez. Puro manual. La espera en medio del estallido de los transportistas o el radical cambio sobre el Sáhara tampoco ha ayudado a subir la moral. “El Gobierno, irremediablemente, se ve afectado”, corroboran bajo el amparo del off the record. El Presidente ha mantenido su estrategia, aunque el tiempo nunca sea ilimitado. Sobre todo ante una crisis mayúscula. Para el Ejecutivo, un mensaje fundamental es que ha estado trabajando sin descanso en “propuestas eficaces” para paliar el impacto económico del conflicto en Ucrania. Mientras, puede crecer la brecha con Unidas Podemos.
El Gobierno espera lograr que amaine la tormenta, reconducir la situación, y ganar oxígeno. La previsión es dejar atrás los últimos días negros. A tal efecto, La Moncloa prepara el Consejo de Ministros y la comparecencia 24 horas después de Pedro Sánchez ante el Pleno de las Cortes. Despliegue para que la opinión pública perciba al Presidente “firme y fuerte”, además de arropado por el conjunto del Gabinete, subraya su estado mayor. La seguridad en el paquete anticrisis lleva a pensar al Ejecutivo en ser capaz de neutralizar amenazas, al menos, momentáneamente, porque, asumen, vendrán días más críticos en esta convulsa Legislatura.