Madrid - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
Christopher Clay Rudd, de 35 años, estaba siendo juzgado por tráfico de drogas y posesión de armas en un juzgado de Utah, EE.UU, cuando de repente se levantó y empezó a andar con paso firme.
Cuando algunos de los miembros de la sala se percatan de que se dirige a la puerta se levantan pero no lo pueden detener y consigue salir al pasillo. Justo delante de la puerta hay una especie de balcón interior y, sin pensárselo, se precipita al piso de abajo.
Un agente de seguridad que estaba en el pasillo intentó pararlo pero no lo cogió a tiempo y los que estaban abajo, cuando se percataron, ya era tarde porque se había estampado contra el suelo.
Las imágenes fueron captadas por la cámaras de seguridad del juzgado.
Rudd, en su huida que no pasó de la planta baja del edificio, se rompió la pelvis, una pierna se fracturó el cráneo.