Casi 1000 españoles, presos en cárceles extranjeras: ¿cuál es su situación y en qué países están?

La situación de Daniel Sancho no es un caso aislado, como él hay más de 900 españoles en cárceles en el extranjero en 69 países. Los delitos más comunes están relacionados con el narcotráfico y el 12,5% se debe a homicidio o asesinato. Actualmente, Europa es la región con más españoles encarcelados, Francia y Alemania son los países con más compatriotas.

Hay 907 españoles encarcelados fuera de España, los hombres representan casi el 90% de ellos. La cifra de españoles presos en cárceles extranjeras actual está lejos de la de 2011 cuando había 2.519 españoles cumpliendo condena. El 57% de los presos están acusados de delitos de narcotráfico. “El principal motivo es, fue y seguirá siendo el tráfico de drogas a pequeña escala”, afirma Javier Casado, director de la Fundación +34.

“La cocaína procede de países de Latinoamérica, donde el idioma no es una barrera y donde muchos españoles se la juegan por motivos económicos para hacer de mulas. También el tráfico de hachís desde el norte de Europa. En este caso, son generalmente detenidos en Alemania y Francia”, explica Casado. Al 12,5% de los encarcelados se les imputa por delitos relacionados con asesinato y homicidio.

El 77% de los encarcelados son reclusos primarios, es decir, es la primera vez que entran en prisión. Javier Casado explica que la mayoría de estos españoles no vuelve a delinquir dado la experiencia traumática que supone estar encarcelados fuera de España.

Las condiciones de las cárceles dependen de la situación económica del país. “En las prisiones en países como Noruega o Finlandia los presos tienen derecho a ordenador portátil, Wifi o habitación independiente. Sin embargo, en cárceles de Asia, África o Latinoamérica escasea la comida, el hacinamiento es terrible y la situación sanitaria es casi nula”, cuenta Casado.

La Fundación +34 se encarga de ayudar a los presos españoles que se encuentran fuera del país, siempre que no estén condenados por delitos de sangre o sexuales. “Nosotros ayudamos con todo, ayuda médica, medicinas o complementos vitamínicos o ropa. Ayudamos también a los niños de las presas españolas que están cumpliendo condena, para que a ese niño no le falte de nada. Para nosotros es un compatriota”, relata Casado.

En caso de que las condiciones de la cárcel sean inferiores a las españolas, el Gobierno español puede dar a estos presos españoles una aportación económica de hasta 120€ al mes. Además, reciben una visita consular cada seis meses, aunque como explica Casado, suele recibirse con mayor frecuencia.

En principio, todos los españoles pueden volver y cumplir condena en España, si el país tiene firmado convenio internacional con España. Cuando no lo tiene, se intenta firmar uno, pero no son casos sencillos, como el de un español que lleva cumpliendo condena en Arabia desde hace 8 años por tráfico de drogas a pequeña escala. “En España es un delito de no más de seis años de cárcel”, matiza Casado. El proceso de extradición estaba en negociaciones, pero con el adelanto de elecciones se paralizó.

“Hemos tenido un caso un poco enrevesado, porque no había ningún acuerdo con países de la Península Arábica. En este caso, se ha firmado tras tres años de arduas negociaciones. El Gobierno catarí aceptó antes del Mundial a abrirse al exterior y firmó con España un convenio de traslado de presos. Solo faltaba ser firmado por España, donde ya había pasado todos los trámites, pero cuando iba a ir a ser aprobado y ratificado por el Senado el adelanto de elecciones lo ha tirado todo por la borda”, relata Casado.

Si cerramos el foco en la situación de las cárceles en nuestro país, existe una problemática: faltan médicos. El 65 % de las plazas están sin cubrir, según los sindicatos.

una realidad que puede traer consigo brotes de tuberculosis y otras enfermedades.

La salud de los internos no es mala, pero podría ir empeorando con el tiempo o eso aseguran los sindicatos. Más de un 70 % de los presos han tenido problemas con la drogadicción y eso conlleva una serie de medidas que no se tomarían en la sanidad pública de forma habitual.

El presidente de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria, José Joaquín Antón, advierte en declaraciones a COPE lo que puede ocurrir.

"Llevamos 20 años diciéndoles señores esto va a pasar, esto va a ocurrir, esto va a llegar y, a pesar de eso, nadie ha puesto nada para que esto no llegue a pasar". Los recién graduados del MIR optan por otras ofertas antes que irse a una prisión a trabajar. En estos momentos el ratio es de un médico por cada 200 presos.