Cientos de voluntarios retoman la limpieza de Roma tras la pandemia

Se les reconoce por sus chalecos azules y pertenecen a la organización ciudadana llamada “Retake Roma” (Recupera Roma)

Eva Fernández Huéscar

Roma - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Desde que el pasado 18 de mayo Italia inició la fase más amplia de su desescalada y se permitió el reencuentro con amigos y la apertura de las actividades comerciales, los voluntarios de “Retake Roma” han vuelto a salir a las calles pertrechados con cepillos, estropajos y productos de limpieza. Un gran ejército de voluntarios que en pequeñas patrullas se dividen la ciudad para tratar de frenar su deterioro y su degradación.

Son las cuatro de la tarde y los alrededores del Panteón ofrecen esa imagen desolada a la que nos ha acostumbrado el confinamiento. Apenas 10 personas en una plaza que en situaciones normales se encuentra abarrotada de turistas contemplando esta maravilla arquitectónica.

Melissa, con guantes de fregar, rasqueta y mascarilla frota con un estropajo los restos de una pintada en una señal informativa del ayuntamiento. En otra de las esquinas del Panteón, tres voluntarios se afanan en limpiar las paredes de pintadas. Se les distingue por sus chalecos azules, el uniforme de los voluntarios de Retake Roma (recupera Roma), ciudadanos que han decidido actuar por su cuenta para paliar la suciedad habitual en muchas calles de Roma. No tienen nada que ver con el ayuntamiento y tampoco quieren que se les considere personal de limpieza, porque su cometido, aseguran, es otro, no son competencia sino un complemento que actúa de forma independiente y no pertenece a ninguna organización política. Ellos llegan donde la limpieza del ayuntamiento no da más de sí. Lo que les une es su deseo de que Roma recupere su esplendor.

ctv-7oa-foti-eva

Melissa es colombiana y vive en Roma desde hace más de 20 años. Se unió a los chalecos azules cuando se los encontró limpiando los alrededores de la Fontana de Trevi. Recogían cristales que estaban por el suelo, fruto de los habituales encuentros nocturnos de los jóvenes romanos para beber durante el fin de semana.

Una mujer de EEUU, Rebecca Spitzmiller, fue la creadora de esta iniciativa en el 2010. Se le ocurrió convocar a sus amigas a una limpieza general en Villa Borghese y a partir de ese día se han unido tantos voluntarios, que, hasta el parón provocado por la pandemia, venían realizando 570 intervenciones al año, convocadas a través de sus grupos de Facebook. Spitzmiller ha sido reconocida con la Orden del Mérito de la República Italiana por su labor al frente de Retake Roma.

Los voluntarios limpian en su tiempo libre y según su disponibilidad horaria. Sus cometidos principales son borrar pintadas, recoger basura, despegar chicles y pegatinas, quitar hierbas crecidas fuera de lugar y todo lo que tenga que ver con mantener limpia Roma.

En estos momentos los chalecos azules se han extendido a unas 40 ciudades italianas y también visitan colegios para concienciar a los alumnos sobre la importancia de mantener limpia su ciudad.

Se organizan de forma muy sencilla: quedan a través de las redes sociales, dividiéndose por 85 grupos de barrios, y actúan donde ven que es más urgente. Hay voluntarios de todas las edades.

Para Melissa esta actividad es muy importante porque “hay que cuidar nuestra casa, la ciudad donde vivimos y si las instituciones no llegan, aquí estamos nosotros”. Eso sí, le gustaría que hubiera mayor colaboración entre los vecinos y los comerciantes. Todos juntos podríamos sumar y dejar Roma mucho más limpia para cuando comiencen a llegar de nuevo los turistas.

Temas relacionados