Estos son los grandes desafíos a los que se enfrenta el próximo Gobierno de Portugal

El mayor desafío para Costa será esquivar la crisis, mantener el llamado "milagro portugués" y atajar la despoblación y envejecimiento

Estos son los grandes desafíos a los que se enfrenta el próximo Gobierno de Portugal

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Tras una legislatura marcada por la estabilidad política y la recuperación económica, el próximo Gobierno de Portugal tendrá por delante importantes desafíos en un contexto internacional de incertidumbre.

El pacto de izquierdas que lideró el socialista António Costa -apoyado por los comunistas y el Bloco de Esquerda- encontró en 2015 un país ahogado por la austeridad y los mandatos de la Troika y logró convertirlo en un modelo envidiado por la socialdemocracias europeas.

Ahora, el mayor desafío para Costa, ganador de la jornada electoral, será esquivar la crisis, mantener el llamado "milagro portugués" y atajar un problema que el país arrastra desde hace décadas, la despoblación y el envejecimiento.

- GOBERNABILIDAD

Hace cuatro años, las legislativas abrieron un "impasse" político de casi dos meses. El Partido Socialista de António Costa dio la vuelta a los resultados de unos comicios que ganó la derecha y consiguió una alianza inédita con la izquierda.

Con sólo el 32,31 % de los votos y 86 de los 230 diputados de la Cámara, Costa fue investido primer ministro y, contra todo pronóstico, consiguió gobernar durante cuatro años sin sobresaltos.

Esta vez, el escenario se presenta más complicado, porque Costa, con un 37% de votos, según los primeros resultados provisionales, y el Bloco de Esquerda y los comunistas no parecen dispuestos a llegar a un acuerdo en los mismos términos.

El contexto es diferente: No sobrevuela la sombra de la derecha ni hay un programa de austeridad impuesto por la troika.

Conseguir consensos y mantenerlos a lo largo de cuatro años de legislatura se presenta más complicado.

- INCERTIDUMBRE ECONÓMICA Y DESACELERACIÓN

Los socialistas gozaron durante la última legislatura de una coyuntura económica externa favorable, en un contexto de recuperación de la crisis financiera que favoreció el crecimiento.

Para los próximos cuatro años, las previsiones apuntan a una desaceleración: el Banco de Portugal prevé un crecimiento del PIB de un 1,7 % este año y un 1,6 % en 2020, frente al 2,4 % que se registró en 2018.

La coyuntura internacional tampoco parece positiva. El presidente, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, acaba de alertar sobre las "señales preocupantes" que llegan de Europa y el resto del mundo.

La incertidumbre se agrava con el brexit. Portugal será uno de los países europeos más afectados, en especial en exportaciones y turismo -una cuarta parte de los turistas extranjeros proceden del Reino Unido-, que fue precisamente uno de los motores de la recuperación lusa.

- VIVIENDA Y GENTRIFICACIÓN

Otra de las cuentas pendientes es la vivienda, en especial en Lisboa y Oporto, donde el "boom" inmobiliario de los últimos años provocado por el turismo y la llegada de inversores extranjeros ha disparado los precios.

Miles de portugueses tuvieron que abandonar el centro de las grandes ciudades y trasladarse a la periferia por la presión inmobiliaria.

Anunciado como la gran solución al problema, el programa "alquiler accesible", con exenciones fiscales para los propietarios a cambio de limitar los precios, apenas tiene impacto en el mercado: Alquilar un estudio en Lisboa puede costar más de 600 euros, lo mismo que el salario mínimo.

- GASTO SOCIAL

El "mago" de las cuentas lusas, Mario Centeno, redujo el déficit a costa de, entre otros factores, de congelar la inversión pública. Una estrategia que ha golpeado con fuerza a sectores básicos como Educación y Sanidad.

El presupuesto del Servicio Nacional de Salud fue en 2018 sólo el 4,3 % del PIB, el porcentaje más bajo de los últimos 15 años. Las continuas protestas en el sector sanitario denuncian falta de profesionales y de recursos.

También en Educación faltan profesionales y el profesorado es uno de los más envejecidos de los países de la OCDE, pese a que el modelo escolar luso gana puntos en indicadores internacionales.

El tema preocupa al presidente Rebelo de Sousa: Mejor sanidad y mejor educación, reclamó en su tradicional discurso de la jornada de reflexión.

- DESPOBLACIÓN Y ENVEJECIMIENTO

La cuestión demográfica es un problema que el país arrastra desde hace décadas y que no parece tener fácil solución. El "Portugal vacío", en regiones como Trás-os-Montes y algunas zonas del Alentejo, es también el más olvidado y el más amenazado por el envejecimiento.

Pese a la masiva llegada de inmigrantes atraídos en los últimos años por los "visados gold", la población portuguesa no crece -más de un millón de lusos están fuera del país- y sólo el 20% de sus ciudadanos tienen menos de 20.

Esta tendencia supone un desafío para el sistema de pensiones y el Servicio Nacional de Salud, que necesitan reformas urgentes que garanticen su sostenibilidad en el futuro.

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