Nuevo secuestro de civiles en Ecuador atribuido a los ejecutores de los periodistas

Se ha revelado que un hombre y una mujer habían sido secuestrados y como prueba difundía un vídeo facilitado por los captores directamente a las autoridades ecuatorianas

Lenín Moreno apela a la unidad para poder combatir a "un enemigo invisible"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El gobierno de Ecuador ha confirmado un nuevo secuestro de dos civiles en una zona fronteriza con Colombia, después de que la semana pasada se conociera el asesinato de tres miembros de un equipo periodístico secuestrado a finales de marzo. La noticia la daba a primera hora de la mañana el titular de Interior, César Navas, en una rueda de prensa que reveló que un hombre y una mujer habían sido secuestrados y como prueba difundía un vídeo facilitado por los captores directamente a las autoridades ecuatorianas, en el que aparecía la pareja encadenada y custodiada por dos hombres en uniforme militar y armados. "Señor presidente, se le dice a usted que por favor nos ayude, que nos de la mano, que no nos pase lo que les pasó a los periodistas", dice el hombre secuestrado en la grabación.

Navas reveló que la cinta llegó "por medio del canal de comunicación de alias Guacho", el disidente de las FARC a quien se le atribuyen el secuestro y asesinato de los tres miembros del diario quiteño "El Comercio", desaparecidos el 26 de marzo, y de los últimos ataques con explosivos en el área fronteriza, uno de los cuales se cobró las vidas de cuatro uniformados ecuatorianos. Tras correr como la pólvora las imágenes, que se conocen cuando acababan de concluir los cuatro días de luto oficial por los periodistas decretados por el presidente, Lenín Moreno, las autoridades revelaron las identidades de los nuevos rehenes. Se trata de Katty Vanesa Velasco Pinargote y Oscar Efrén Villacís Gómez, cuyo último contacto con los familiares fue el pasado miércoles 11 de abril de acuerdo a Navas, día en que el frente "Oliver Sinisterra" liderado por "Guacho" emitió un comunicado en el que afirmaba que había acabado con las vidas del equipo periodístico y que no pudo ser confirmado por ninguna fuente oficial.

La copia de una aparente denuncia de los progenitores de los nuevos secuestrados ante la Policía de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, unos 150 kilómetros al oeste de Quito, y que circuló por las redes sociales, reveló algunos detalles de su desaparición. Según el texto, los dos salieron de sus casas "el miércoles a las 6 AM desde la cooperativa Venceremos", una pequeña localidad de Santo Domingo, y de ella se desprende que la pareja viajó al norte "con el fin de cobrar un dinero por la venta de una motocicleta" y ya "no se comunicaron". El ministro del Interior confirmó que Vanesa y Oscar fueron secuestrados en el cantón de San Lorenzo, provincia de Esmeraldas, cerca de la divisoria con Colombia, desde donde rige desde finales de enero un estado de excepción tras un atentado con coche bomba junto a una comisaría, que dejó 28 heridos y daños materiales.

Precisó que los servicios de seguridad no conocen "de forma exacta" donde pueden encontrarse los rehenes, pero incidió en que en la grabación uno de ellos afirma, al igual que lo hiciera el reportero asesinado, que "quieren regresar a nuestro país". El responsable ecuatoriano dijo que el secuestro de la pareja podría haberse registrado a última hora del miércoles o el jueves por la mañana, y reveló que la última comunicación que mantuvieron las autoridades con los captores se dio el lunes, y que, de momento, no se conocen sus demandas. "Tenemos a 42 personas detenidas de esta organización y tenemos que ir afinando en el diálogo y ver qué términos quieren", adujo. Por su parte, el ministro de Defensa, Patricio Zambrano, desestimó informaciones, supuestamente con origen en Colombia, acerca de que los secuestrados pudieran ser agentes de las fuerzas de seguridad o inteligencia.

Ante la espiral de inseguridad en la región fronteriza, el presidente Moreno ha solicitado la ayuda de cinco países, entre ellos España, para afrontar un fenómeno, el del narcotráfico con ramificaciones guerrilleras, larvado desde hace años en el lado colombiano y que tiene conmocionado al país andino que no había tenido hasta ahora que lidiar con él. "Somos un país que requiere como nunca antes una unidad para poder combatir a un enemigo invisible, pero que podemos visibilizarlo si es que tenemos la tecnología y los conocimientos", aseguró tras verse con los embajadores de España, EE.UU., Francia, Reino Unido y China.

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