Los vaivenes de la OMS que han dificultado la gestión de la pandemia
La Organización Mundial de la Salud ha estado en el foco de la polémica por sus diversas contradicciones desde que comenzó la pandemia de coronavirus
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El pasado 14 de enero un grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) llegó a Wuhan, el epicentro de la pandemia mundial, para investigar el origen del virus, y de cuya presencia en el país asiático se tenía constancia desde finales de diciembre de 2019. Casi un mes después, han concluido que la covid-19 es de origen animal y no hay evidencias de que hubiera transmisión antes de su detección en diciembre de 2019.
No obstante, son muchas personas las que ponen en duda esta última revelación por los evidentes vaivenes y cambios de opinión que ha tenido la OMS desde que comenzó la pandemia mundial de coronavirus. Desde hace ya tiempo, la Organización Mundial de la Salud ha sido objetivo de diversas críticas debido a sus directrices, en algunos casos poco claras e incluso calificadas de contradictorias. La denominación de pandemia mundial, el uso de las mascarillas o la llegada de vacunas han sido algunos de los asuntos en los que la OMS ha cambiado de postura.
¿PANDEMIA MUNDIAL?
En febrero del año pasado, la OMS aseguraba que el coronavirus no era una pandemia y que era posible detenerse su transmisión. Por aquel entonces ya había más de 20.000 casos confirmados en varios países, la gran mayoría en China, y más de 400 fallecidos. En este sentido, la directora mundial de Preparación para Riesgos Infecciosos de la OMS, Sylvie Briand, aseguró que la epidemia de coronavirus no era una pandemia sino un "brote con múltiples efectos adversos", por lo que era fundamental combatir la "epidemia de información", rumores o falsas noticias al respecto. Por su parte, el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, defendió que era "una urgencia en China pero no es una urgencia sanitaria mundial".
Un mes después, la organización informó que el coronavirus sí podía definirse como una "pandemia", después de que los casos en China se multiplicaran por trece en menos de dos semanas y el virus se expandiera de forma imparable por todo el mundo. "La OMS estima que la covid-19 puede ser caracterizado como una pandemia", aseguró Tedros y además añadió: "Podemos esperar que el número de casos, de decesos y de países afectados aumente".
A día de hoy, el nuevo coronavirus ha dejado 106.512.038 afectados por el virus y 2.326.568 fallecidos en todo el mundo, según los últimos datos de la Universidad Johns Hopkins.
DE DESACONSEJAR EL USO DE MASCARILLAS A HACERSE OBLIGATORIAS
Uno de los primeros golpes de la OMS fue en marzo de abril del año pasado. En primera instancia, Tedros Adhanom Ghebreyesus descartó que se usaran mascarillas a nivel mundial y que, por consiguiente, se diera prioridad a los sanitarios. "Sabemos que pueden ayudar a proteger a los sanitarios, pero son escasas. Nos preocupa que el uso masivo de mascarillas por parte de la población general pueda agravar la escasez para las personas que más las necesitan".
Sobre su uso en los ciudadanos de a pie, recomendaron utilizarla tan solo en aquellos lugares donde no hubiera disponibles otras medidas contra la covid-19 como la limpieza de manos y el distanciamiento social. De hecho, tal y como hicieron saber, no había evidencias de que el uso de la mascarilla impidiera a las personas sanas contraer el virus.
Una recomendación que cayó por su propio peso un mes después, cuando lejos del consejo inicial, se aconsejó que los Gobiernos alentaran a todos los ciudadanos a utilizar las mascarillas "en espacios públicos donde hay transmisión comunitaria". Fue el propio Tedros quien admitió que las mascarillas debían ser parte de las medidas para frenar el avance del virus.
LA TRANSMISIÓN DEL VIRUS POR EL AIRE
Durante varios meses, la Organización Mundial de la Salud defendió que el coronavirus no se transmitía por el aire sino por las gotículas que se expulsaban cuando una persona tosía, estornudaba o hablaba. De hecho aseguraban que el virus solo podía expandirse si se estaba a menos de un metro de una persona con el virus y esta tosía o estornudaba. No obstante, tras varias advertencias, finalmente la OMS aceptó que la covid-19 podía contagiarse por el aire "en algunas circunstancias".
Finalmente optaron por actualizar el documento que detalla los modos de transmisión del virus y terminaron por incluir los denominados aerosoles, las partículas con carga vírica que pueden mantenerse en suspensión e infectar a todas aquellas personas que las inhalen.
CAMBIO EN LAS CUARENTENAS: DE CASI UN MES A SIETE DÍAS
El caso de las cuarentenas tampoco puede darse por olvidado. En marzo, varios días después de declarar la pandemia mundial, la Organización Mundial de la Salud pidió que todas aquellas personas dadas de alta después de pasar el coronavirus tras los catorce días de cuarentena, permanecieran aislados otros quince días más. En este caso, el director general alegó que existía evidencia científica de que los infectados por covid-19 podían seguir contagiando a pesar de estar recuperados, por lo que su aislamiento debía seguir en vigor dos semanas después de que de desaparecieran los síntomas.
Varios meses después, la OMS lanzó una recomendación mundial para rebajar estos períodos de aislamiento de una persona infectada de los catorce a los diez días. En España, lo hizo saber Fernando Simón, que aseguró que "hay cada vez más evidencia científica de que a partir del séptimo día los casos leves no transmiten la enfermedad, lo ha recomendado la OMS", alegó el director del CCAES.
LA LLEGADA DE LA VACUNA EN 2022, SEGÚN LA OMS
En septiembre de 2020, la jefa de científicos de la OMS, Soumya Swaminatha, advirtió que no había expectativas de que la vacuna contra la covid-19 estuviera disponible para la población general antes de dos años. "Muchos piensan que a principios del próximo año llegará una panacea que lo resuelva todo, pero no va a ser así". De hecho, desde la organización manejaban como escenario más optimista la primera llegada de vacunas a los países a mediados de este año.
Lo cierto es que parte del mundo ya está administrando las vacunas y vamos a fijarnos en el caso de la Unión Europea. La vacuna de Pfizer y BioNTech fue aprobada por la EMA el 21 de diciembre. Unas semanas después, el 6 de enero de 2021, se aprobó la vacuna de Moderna y la de AstraZeneca tuvo luz verde el 29 de enero.
En todo el mundo, según datos recogidos por Our World in Data, más de 70 países han comenzado a inyectar estas dosis y ya se han administrado más de 130 millones de dosis.
EL VIRUS ES "ESTABLE": LA PARADOJA DE LAS VARIANTES
Otro de los duros golpes para la OMS fue en referencia a las declaraciones de la la directora mundial de Preparación para Riesgos Infecciosos de la OMS, quien aseguró en una rueda de prensa en febrero que no había pruebas de que el virus pudiera mutar o que lo estuviera haciendo, sino que se trataba de una enfermedad infecciosa "bastante estable".
Un año después hemos tenido conocimiento de diversas mutaciones: la variante británica, la brasileña y la sudafricana, que ya han comenzado a extenderse por todo el mundo y en algunos casos amenazan con ser incluso más letales que la variante que conocíamos hasta ahora.