Reino Unido propone "cambios significativos" en el protocolo sobre Irlanda del Norte

Londres ha argumentado además que se debe garantizar que las empresas y los clientes en Irlanda del Norte pueden mantener un "acceso normal" a los bienes del resto de Reino Unido

Reino Unido propone "cambios significativos" en el protocolo sobre Irlanda del Norte

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Gobierno de Reino Unido ha reclamado este miércoles "cambios significativos" al acuerdo sobre el protocolo en Irlanda del Norte a raíz del Brexit, dejando de lado la posibilidad de anularlo en su totalidad y apostando por un "nuevo equilibrio" para reasentar las relaciones entre Londres y la Unión Europea.

El Ejecutivo británico ha publicado durante la jornada un documento titulado 'El Protocolo en Irlanda del Norte: el camino hacia adelante' en el que especifica que este protocolo no está dando los resultados previstos "en alguno de sus objetivos principales", especialmente en lo relativo al comercio interno en el país.

Así, el documento contempla una serie de modificaciones al protocolo, entre las que se incluyen "la aplicación de una postura más rigurosa, precisa y fundamentada en pruebas para evitar que los bienes estén en riesgo de no entrar en el mercado único", al tiempo que ha defendido que Londres cumpliría con los requisitos de aduanas marítimas entre Irlanda e la UE, si bien los bienes que vayan al resto de Irlanda del Norte no deberían tener costes adicionales.

Londres ha argumentado además que se debe garantizar que las empresas y los clientes en Irlanda del Norte pueden mantener un "acceso normal" a los bienes del resto de Reino Unido, sin que se "toleren estándares distintos" en el contexto regulatorio en Irlanda del Norte, según un comunicado publicado por la misión británica en Bruselas.

Por otra parte, ha reclamado "normalizar la base de gobernanza del protocolo para que la relación entre Reino Unido y la UE no sea vigilada en última instancia por las instituciones de la UE, incluido el Tribunal de Justicia (TJUE)". "Debemos volver a un marco normal del tratado, en el que la gobernanza y las disputas se gestionen de forma colectiva a través de un arbitrio internacional", ha explicado.

El documento recoge unas declaraciones del primer ministro, Boris Johnson, en las que destaca los esfuerzos de Londres para aplicar el acuerdo del Brexit y lamenta que "un área vital de esta sociedad no está funcionando bien", en referencia al protocolo adicional sobre Irlanda del Norte.

"Estos acuerdos representaron un enorme compromiso por parte de Reino Unido, diseñados para proteger el proceso de paz y el Acuerdo del Viernes Santo en todas sus dimensiones", ha argüido, antes de incidir en que el Gobierno británico "esperaba que ambas partes reconocieran la necesidad de aplicar y administrar (el protocolo) de una forma que tuviera en cuenta el contexto único de Irlanda del Norte, como requiere el propio protocolo".

El 'premier' ha explicado que "esto era vital no sólo para el comercio o por razones comerciales, sino por los problemas sensibles sobre política e identidad nacional", antes de reseñar que "no es posible operar en estos acuerdos de una forma que pueda ser sostenida, en particular no en la postura inflexible que parece querer la UE".

"PROFUNDO" IMPACTO NEGATIVO

De esta forma, ha apuntado a un impacto "profundo" del protocolo a nivel "económico, político, social y comercial" que ha dañado las relaciones con el bloque regional, por lo que ha reiterado que "no se puede solucionar el problema con una aplicación rígida y poco útil del protocolo en su forma actual".

"Las dificultades son tan profundas que tuve que considerar si era necesaria una acción de salvaguarda bajo el marco que da el artículo 16 del protocolo. Mi conclusión es que las circunstancias en las que estamos lo justificarían, pero he concluido que aún hay una oportunidad para actuar de forma diferente y acordar con la UE un nuevo equilibrio en cómo se aplica el protocolo, dado que creo que aún hay voluntad política para abordar los problemas compartidos por las partes", ha puntualizado.

Johnson ha argumentado que "este nuevo equilibrio debe incluir cambios significativos en el protocolo existente" que garanticen que "se respeta totalmente el lugar de Irlanda del Norte en Reino Unido, su territorio aduanero y su mercado interno, mientras (Reino Unido) juega su papel a la hora de respetar la integridad del mercado único de la UE".

En este sentido, ha ensalzado que las propuestas presentadas son "necesariamente ambiciosas" y ha manifestado que "el espíritu del proceso de paz siempre ha requerido adaptación y evolución de las soluciones para hacer frente a las circunstancias únicas en Irlanda del Norte".

Por su parte, el ministro para el Brexit del Gobierno británico, David Frost, y el secretario de Estado para Irlanda del Norte, Brandon Lweis, han defendido en este mismo documento que "ha surgido un contexto positivo comparable de forma favorable con la enorme incertidumbre y la deriva en la que el protocolo tomó forma originalmente, por lo que hay una oportunidad".

Así, han reiterado que "el protocolo sólo ha cumplido sus objetivos de forma parcial" y han alertado de una "alteración de las cadenas de suministro, un aumento de los costes y una reducción de las opciones para los clientes, así como unos límites innecesarios que podrían causar un desvío total del comercio o un daño económico en Irlanda del Norte".

"Queremos construir una relación con la UE que refleje nuestros fuertes intereses y valores comunes y nuestra historia compartida. Sin embargo, nuestra relación se está desarrollando de una forma que está marcada por un continuo desacuerdo y desconfianza. Esto no va a favor de nuestros intereses", han apuntado Frost y Lewis.

EVITAR DAÑOS A LA "ESTABILIDAD"

Por ello, han apostado por "evitar una situación en la que esto se convierta en el patrón establecido de las relaciones futuras con la UE" y han sostenido que si no hay un cambio en este sentido se podría afectar a la "estabilidad" en Irlanda del Norte.

"El Gobierno busca una nueva postura fundamentada en las negociaciones y en encontrar un consenso nuevo y duradero. Nuestra esperanza y objetivo es cambiar la trayectoria actual, dado que supone un riesgo de socavar los objetivos fundamentales del protocolo", han dicho, antes de apelar a la UE a la "buena vecindad".

Frost y Lewis han reconocido sin embargo que "puede haber resistencia política y frustración ante la posibilidad de revisitar aspectos significativos del protocolo" pero han defendido que "hay un camino mejor para todos" y "una responsabilidad compartida para hacer todo lo posible para encontrarla lo antes posible".

"Puede lograrse un consenso factible en el que todas las partes logren sus objetivos y empiecen a avanzar. No hay un beneficio político para nadie por fracasar a la hora de hacer frente a estos problemas de forma concluyente o seguir bordeando precipicios o presiones periódicas que socavan la estabilidad de forma persistente", han añadido.

Por último, han incidido en que estos cambios "requerirán un cambio significativo" en el protocolo, si bien "no le quitarán muchos de sus conceptos". "Estamos preparados para garantizar que los procesos Este-Oeste son calibrados según unos riesgos reales, eliminando las fricciones indebidas sobre bienes que permanecen en Reino Unido, pero aplicando los procesos legales de la UE en su totalidad a los bienes que van a la UE", han remachado.

El propio Frost ha indicado este miércoles ante la Cámara de los Lores que las negociaciones con la UE "no han abordado el centro del problemas" y ha pedido un "parón" temporal que incluya la suspensión de todas las acciones legales por parte de la UE y periodos de gracia para continuar con el comercio de bienes, entre ellos carne congelada.

En este sentido, ha hecho hincapié en que Reino Unido está dispuesto a "explorar acuerdos excepcionales sobre la entrega de datos y cooperación" y "multas en la legislación para disuadir a los que busquen trasladar productos sin cumplir las normas entre Irlanda del Norte e Irlanda", según ha informado el diario británico 'The Guardian'.

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