Una nueva erupción de un volcán en Islandia vuelve a poner en jaque a la isla: 4000 evacuados

La lava ha superado las barreras de contención llegando a destruir varias viviendas.

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Una nueva erupción de un volcán en Islandia vuelve a poner en jaque a la isla. El magma expulsado es inferior al de la erupción del pasado mes de noviembre pero 4.000 personas de la localidad de Grindavik han tenido que ser evacuadas.

Islandia cuenta con 33 volcanes activos y ha elevado el nivel de alerta a 'emergencia', el más alto de la escala. La erupción más grave en la historia reciente de la isla se remonta al año 2010 cuando un volcán liberó una importante nube de cenizas afectando a la calidad del aire que respiran diez millones de personas.

El flujo de lava provocado por la nueva erupción volcánica que comenzó el domingo por la mañana en la península de Reykjanes (suroeste de Islandia) y que alcanzó horas más tarde la desalojada ciudad de Grindavík ha empezado a remitir, informó este lunes la televisión pública islandesa RÚV.

Las autoridades islandesas habían informado la víspera del inicio a las 07.57 horas GMT de una erupción, que provocó la apertura inicialmente de una fisura a 900 metros de Grindavík y luego de otra más pequeña, al sur, que sí alcanzó tres casas de la localidad y que cesó ya anoche.

La ciudad, de algo menos de 3.000 habitantes, había sido evacuada el sábado por la noche ante el inicio de la actividad sísmica.

"No es sorprende que esta fisura al sur se haya detenido. La erupción ha remitido también en la otra fisura más grande, así que en general la actividad ha decrecido de forma considerable", declaró hoy a la emisora pública Rás 2 el geofísico de la Universidad de Islandia Magnús Tumi.

Tumi aseguró que no es posible aún saber cuánto tiempo puede durar la actual erupción y recordó que la producida el mes pasado se prolongó durante dos días y medio.

El Gobierno islandés mantendrá una reunión a lo largo del lunes para discutir las consecuencias de la erupción

La actividad sísmica registrada en la península de Reykjanes llevó a las autoridades a declarar la situación de emergencia a finales de noviembre y a anunciar una inminente erupción, lo que provocó que Grindavík fuese desalojada.

La explosión se produjo finalmente el 19 de diciembre, pero remitió el 21, y las autoridades permitieron el regreso a finales de ese mes de los residentes cuyas viviendas no hubiesen resultado dañadas por los seísmos.

Islandia es una isla volcánica situada en el Atlántico Norte que tiene una población de unos 370.000 habitantes y una extensión de más de 100.000 kilómetros cuadrados.

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