Culminan las honras fúnebres al expresidente de Guatemala, Álvaro Arzú
Con 21 cañonazos de salva de artillería del Ejército y la entrega de la medalla "Más allá del deber en gran mérito" a su esposa,han culminado las honras fúnebres al expresidente de Guatemala, Álvaro Arzu Irigoyen, fallecido el pasado viernes.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La ceremonia a la entrada del Palacio de la Alcaldía capitalina, que reunió a trabajadores municipales, bomberos y policías, además de a miles de seguidores de Arzú, concluyó con una alabanza evangélica y un canto a Dios promovida por la administración pública, siguiendo la lógica religiosa del edil y sus familiares.
El político, cuyo legado se han propuesto continuar tanto el alcalde sustituto, Ricardo Quiñónez Lemus, como su hijo y presidente del Congreso, Álvaro Arzú Escobar, fue despedido entre vítores y aplausos y una sentencia del propio vástago, quien aseguró que su padre "dejó una generación de trabajadores preparados y honrados que darán continuidad a sus proyectos".
Los restos mortales del expresidente fueron trasladados esta mañana a la sede de la Municipalidad de Guatemala desde el Palacio Nacional de la Cultura (antigua sede de Gobierno), donde fue velado por funcionarios, familia, sus más entrañables amigos y el presidente, Jimmy Morales, quien lo definió como "un amigo caminante" que dejó "mucha huella" en el país.
Al concluir el acto de las honras fúnebres frente a los miles de trabajadores municipales y demás acompañantes, el presidente del Legislativo declaró sobre su padre: "Es un símbolo que nos ha enseñado a luchar por nuestras ideas, que un sí es sí y un no es no, que no era un cobarde, sino un guerrero".
"Vamos a estar unidos y proteger su trabajo y honrar su legado, además de custodiar su memoria", manifestó.
Tras las 21 salvas de artillería, el comandante de la Policía municipal, Fernando Reyes, entregó la bandera de la ciudad de Guatemala y la medalla de "Más allá del deber en gran mérito" a la exprimera dama Patricia Escobar de Arzú, tras lo cual sonaron las sirenas de los camiones del Cuerpo de Bomberos Municipales.
Entre llantos y aplausos, el expresidente que firmó la paz en diciembre de 1996, poniendo fin a un conflicto armado del Ejército y la guerrilla de 36 años y una cuota de 200.000 muertos y 45.000 desaparecidos, fue despedido por la u8rbe que él apodaba como "la ciudad del futuro".
Álvaro Arzú Irigoyen será enterrado este mismo domingo en un cementerio privado en la ciudad colonial de La Antigua, en el departamento central de Sacatepéquez, en un acto "íntimo" entre familiares y sus más cercanos.