Madrid - Publicado el - Actualizado
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El pasado 28 de octubre se cambió la hora para respetar el ciclo temporal del invierno. A las tres de la mañana eran las dos. Son días un poco raros, de adaptación y que están tan interiorizados que raramente existe preocupación por su razón de ser. No solo se hace en España, sino que están obligados todos los países de la Unión Europea. Ningún estado podría por voluntad propia adelantar o retrasar sus relojes.
Por enésima vez en Bruselas se ha vuelto a abrir el debate sobre la necesidad de cambiar los ciclos horarios. Finlandia está muy comprometida con este asunto, hasta tal punto, que está presionando a la Comisión Europea para que termine de una vez con los cambios horarios que se hacen dos veces al año.
70.000 finlandeses han firmado una iniciativa popular con la que han obligado al gobierno a estudiar formalmente esta posibilidad. El Gobierno ya se ha encargado de trasladar este asunto a instancias europeas.
Entre las causas que alegan los finlandeses están los problemas de salud que provoca el cambio horario en gran parte de la población y la poca energía que se ahorra. En Helsinki, por cierto, hay apenas 50 horas de sol de media en todo el año.
Muchos países europeos están con esta iniciativa, otros por el contrario, no quieren saber nada. España, por ejemplo, perdería horas de luz en verano, algo que iría en contra de los intereses comerciales y turísticos.
El próximo cambio horario será el 25 de marzo, a las dos de la mañana serán las tres. ¿Estaremos ante uno de los últimos cambios horarios?. Por el momento ya se ha conseguido que este próximo 8 de febrero se debata este asunto en el pleno del Parlamento Europeo.