Descubren un naufragio que escondería el tesoro nazi perdido conocido como la "octava maravilla del mundo"

Varios buzos polacos han encontrado los restos de un buque alemán hundido de la Segunda Guerra Mundial en las profundidades del Mar Báltico, en el norte de Europa. El barco de vapor llamado “Karlsruhe” se hundió en abril de 1945 y podría ayudar a resolver uno de los mayores misterios de la historia: el paradero de la Cámara de Ámbar, también conocida como la “octava maravilla del mundo”.

¿Qué es la Cámara de Ámbar?

Se trata de una habitación muy lujosa que los nazis robaron a los rusos. Esta fue capaz de sobrevivir a la Revolución Rusa en el año 1917 y que llegó intacta a la Segunda Guerra Mundial.

La historia data del año 1701, cuando un escultor barroco diseño la Cámara de Ámbar para el palacio de Berlín de Federico I de Prusia. Una joya que, posteriormente, el mismo rey regaló al zar ruso Pedro I el Grande como regalo tras firmar la alianza de los dos países contra Suecia.

Se trataba de una estancia repleta de paneles tallados y mosaicos que estaban hechos con ámbar en color miel. También estaba decorada con piedras preciosas sobre un fondo de pan de oro. Se cree que podría ocupar unos 55 metros cuadrados y estaba compuesta por más de seis toneladas de ámbar. Posteriormente, una vez llegada el palacio de Tsarskoye Selo, la residencia de los zares, le añadieron cuarenta metros cuadrados más de ámbar.

El ámbar es una resina con mucho valor, ya que es muy poco común. Su proceso de construcción puede durar unos 17 millones de años. De hecho, la región del Mar Báltico -lugar en el que se ha encontrado el barco hundido- es una de las zonas con mayor cantidad de Ámbar a nivel mundial, puesto que existen grandes bosques de coníferas.

La Cámara de Ámbar es considerada, a día de hoy, una de las estancias más espectaculares y majestuosas que jamás se ha realizado. Por ello se ha ganado la definición de la “octava maravilla del mundo”.

Operación Barbarroja, uno de los mayores robos de la historia

En el año 1941, durante la invasión nazi de San Petesburgo, también denominada como 'Operación Barbarroja', la ciudad rusa tuvo que soportar uno de los asedios más intensos de la historia: más de novecientos días y un millón de fallecidos.

Por mucho que los rusos trataran de proteger su joya empapelando todas las habitaciones, los alemanes la descubrieron, la desmantelaron y la empaquetaron en cajas. Treinta y seis horas después, la Cámara de Ámbar abandonaba Rusia con destino Alemania. Sin embargo, en 1944 los aliados bombardearon la ciudad y el castillo Königsberg donde se encontraba la estancia fue destruido.

La última pista que se tiene es la del barco de vapor que los buzos polacos han encontrado. Zarpó en el año 1945 con una carga realmente pesada antes de que los aviones soviéticos lo hundieran frente a las costas de Polonia, en el Mar Báltico.

Con este último descubrimiento, los investigadores aseguran que han hallado los restos. De ser así, después de tantos años, podría haberse resuelto uno de los mayores misterios de la historia, y con ello, el descubrimiento de la que es considerada la “octava maravilla del mundo”