El español que mejor conoce Chernóbil, sobre los soldados rusos con radiación: "Es absolutamente imposible"
Germán Orizaola ha vivido y estudiado sobre el terreno la radiación de la vieja central y asegura que la radiación es equivalente a "la cuarta parte de una mamografía"
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El 26 de abril de 1986 se produjo un trágico accidente en la central nuclear de Chernóbil. Un día antes se estableció un mantenimiento rutinario en uno de los reactores de las instalaciones y los empleados trataron de comprobar si, en caso de cortes en el suministro eléctrico, el reactor podía enfriarse. Sin embargo, no cumplieron los protocolo de seguridad y la potencia se descontroló provocando explosiones. Todo esto expuso el núcleo del reactor y el material radiactivo contaminó la zona.
Después de 36 años, se alerta de que la zona sigue teniendo un gran riesgo radiactivo. Con la guerra de Ucrania, la central se quedó sin electricidad y las autoridades alertaron de una posible fuga. Aunque no se produjo, el temor continúa por un posible bombardeo que exponga el material radiactivo.
La central nuclear de Chernóbil ha entrado otra vez a escena en la invasión de Rusia a Ucrania. Hace días, trabajadores ucranianos de las instalaciones informaron que había militares ocultándose en el bosque rojo, una de las zonas más contaminadas de la zona de exclusión de Chernóbil. De esto también alertó el Pentágono, que alertaba de que las tropas rusas no se están marchando, sino que "se están reposicionando".
La situación para los soldados rusos era muy peligrosa y finalmente Rusia ha tenido que evacuar a 300 soldados con altos niveles de radiactividad. Las primeras informaciones revelan que se han trasladado en autobuses medicalizados a un hospital en Bielorrusia para tratarse de la enfermedad producida al conducir tanque por la zona de exclusión y cavar trincheras.
"La noticia es falsa"
Sin embargo, COPE.es ha contactado con Germán Orizaola, doctor en biología que ha trabajo en Chernóbil durante años y niega que esta información sea verídica: "La noticia es falsa. Viene de un post en Facebook y ha ido degenerándose según avanzaba el día. Es un post de Yaroslav Yemelyanenko, director de una de las principales agencias de turismo en Chernóbil y ha ido pasando a otros medios".
El investigador argumenta que simplemente ha sido "una evacuación de soldados rusos en zona de exclusión por motivos tácticos" y que han pasado por un hospital especializado en radiación para hacer un control rutinario como el que se hace siempre que personas como Germán Orizaola hacen siempre que salen de la zona de exclusión.
Respecto a las informaciones de unas posibles enfermedades de los militares rusos ocasionadas por la radiación, el biólogo explica que no pueden ser reales. "Es absolutamente imposible. Los niveles que hay en Chernóbil son totalmente insuficientes. Es una noticia que se ha ido degenerando y parte de una noticia estratégica para llamar la atención sobre el problema que está experimentando Ucrania con la invasión rusa", argumenta el experto.
Siguiendo esta línea, Germán explica que la protección que se usa son mascarillas y que no hay un gran riesgo en esta zona. En caso de estar en contacto con partículas radiactivas sí se podría acabar provocando una mayor probabilidad de desarrollar algunas enfermedades, pero explica que con el mismo porcentaje o menos que "fumar, un exceso de carne roja o vivir en una ciudad muy contaminada, nada que sea detectable como un problema de salud".
Para contextualizar esta información, cuenta que en su caso, cuando trabaja en Chernóbil está durante dos o tres semanas seguidas dentro de la zona de exclusión sin salir, expuestos a esta radiactividad. "Los niveles que acumulamos en estas semanas son la cuarta parte de una mamografía y el 5% de lo que se puede acumular en un escáner en un hospital. Son niveles muy bajos, el 90% de los que se emitió ya se ha degradado, ha desaparecido de la zona", explica sobre la baja radiación del territorio, que la compara con cualquier otra ciudad con gran contaminación y asegura que no representa una amenaza para los organismos vivos. De hecho, recuerda que en el año antes de que iniciase la pandemia, unas 150.000 personas fueron como turistas a ver la zona de la catástrofe.
Otro de los miedos de las informaciones que se han difundido es el riesgo a una posible fuga a causa de un corte de luz. Germán Orizoala explica que son otras noticias que tampoco tienen una gran base: "El combustible que existe en Chernóbil ya no tiene prácticamente poder calorífico por lo que en las mismas piscinas, sin corriente eléctrica, se podría mantener durante muchos meses sin que haya ningún problema".
Por tanto, lo que considera que ocurre el investigador en Chernóbil es que se está utilizando por parte de Rusia para refugiarse y por otras partes para llamar la atención, pero no supone ninguna amenaza. "El problema es el bombardeo indiscriminado de población, la ocupación de Ucrania, eso es en lo que tenemos que prestar atención", puntualiza el experto.
Chernóbil, una reserva natural
Sobre su experiencia en Chernóbil, describe el lugar como una zona bastante diferente a lo que se podría pensar a priori. "Es una zona muy grande. Es la mitad de la provincia de Madrid. Hay una enorme extensión de bosque, el 70%, y el resto son praderas y zonas acuáticas, pero sigue con una presencia humana muy escasa", comenta Germán Orizaola.
La zona del bosque rojo era un bosque de pinos y fue una de las zonas que recibió una gran radiación en el accidente, por lo que todos esos pinos murieron y todas las hojas se volvieron rojas. Ahora esta zona es un bosque de abedules y sigue siendo una de los lugares con mayor radiación. Sin embargo, animales como los lobos transitan por ahí: "Sobreviven perfectamente, la zona de exclusión de Chernóbil es una de las mayores reservas naturales del mundo, tiene la mayor densidad de población de lobos de Europa, especies que no existían en la zona como los osos pardos han aparecidos y hay muchos otros grupos de animales".