La fortuna de los oligarcas rusos: imperios forjados gracias a la privatización de la URSS
Con el colapso de la URSS, las empresas públicas pasaron a ser controladas por rusos con grandes influencias y estos empresarios hicieron grandes fortunas
Publicado el - Actualizado
6 min lectura
La guerra de Ucrania ha puesto, como es lógico, a Rusia en primer plano internacional. Desde el inicio del conflicto y con las sanciones impuestas por Occidente a Moscú, entraron en escena los oligarcas rusos, un reducido grupo de multimillonarios con influencias en temas políticos, económicos y sociales. Eso sí, su repercusión está limitada por el Kremlin. Si alguna de estas personas de la élite rusa se sale de la línea marcada por Vladímir Putin, puede ver comprometido su patrimonio e incluso su salud.
Estos oligarcas amasaron su fortuna tras el colapso de la URSS. Bajo el mandato de Mijaíl Gorbachov, la Unión Soviética hizo una serie de reformas para democratizar el país y dirigirse hacia una apertura económica. Esta situación hizo que poco a poco los activos estatales de esta sociedad comunista pasaron a dominio privado. Todos estos negocios pasaron a manos de una élite con conexiones políticas que al privatizarse las empresas estatales empezaron a ser los dueños de redes empresariales en actividades económicas como la industria, la energía o las finanzas.
Este proceso fue gradual y poco a poco se fue creando una oligarquía de empresarios que controlaban los sectores estratégicos de Rusia. Con la llegada de Boris Yeltsin a la Presidencia de Rusia, estos empresarios comenzaron a consolidarse como la élite que dominaba las cuestiones de Estado. En 1995 se impulsó la medida conocida como el "préstamo por acciones" por la que un selecto grupo de la élite rusa pasaba a tener el control de las petroleras y otras empresas estratégicas que controlaba el Estado.
Pero en el año 2000 esta situación cambió. Vladímir Putin llegó al Kremlin y no quería permitir que esta oligarquía dominase sus políticas. La élite perdió parte de su influencia sobre las decisiones de Rusia y los que se opusieron perdieron su posición de poder, su patrimonio e incluso se vieron obligados a exiliarse. Sin embargo, Vladímir Putin mantuvo esta oligarquía porque le interesaba tener una élite que le apoye para mantener un equilibrio de poderes con los otros dos sectores influyentes de la sociedad: el ejército y los servicios de seguridad.
En la actualidad, algunos de estos oligarcas han dado la espalda a Vladímir Putin por iniciar la guerra en Ucrania. En la mayoría de casos no se han opuesto directamente, probablemente por miedo a represalias, pero si han manifestado muchos de ellos que finalice la invasión. A parte de por la tragedia humanitaria, la postura de los oligarcas se fundamenta en que este conflicto está haciendo que pierdan una parte considerable de su patrimonio por las sanciones impuestas por Occidente. Sus fortunas están variando, pero siguen siendo multimillonarios. Así es como consiguieron sus fortunas los oligarcas más ricos de Rusia.
Alexei Mordashov
Es el oligarca con mayor patrimonio según la revista Forbes, con una fortuna de unos 26.000 millones de euros. Es el propietario de la empresa de siderurgia Severstal, uno de los mayores productores de acero del mundo, y ha experimentado un incremento del valor de su patrimonio en los últimos años.
Este hombre se sitúa como la fortuna 51 del mundo y siempre ha tenido una posición cercana el Kremlin y a Vladímir Putin. Sin embargo, con el inicio de la guerra en Ucrania se desmarcó de la línea del Gobierno de Rusia criticando que “es terrible que los ucranios y rusos mueran, que la gente sufra dificultades y que la economía esté colapsando”.
Nació en una familia humilde en la Unión Soviética. Sus padres trabajaban en una empresa de acero y sobrevivían gracias a los cupones de comida. Alexei Mordashov se convirtió en el director ejecutivo de esa empresa y se hizo con el control de la totalidad de Severstal en 1993. En 2021 las acciones subieron un 72%, lo que supuso un impulso para posicionarse como la mayor fortuna rusa.
Este oligarca, aunque prefiere que se le considere un emprendedor, se caracteriza por haber diversificado su fortuna. Además, de Severstal, también ha desarrollado su fortuna con el grupo minero Norgold, tiene negocios de telefonía móvil, turismo, una cadena de hipermercados, en la banca, medios de comunicación, clínicas y aeropuertos.
Vladímir Potanin
Ha sido durante muchos años el oligarca más rico de Rusia y ahora posee una fortuna de unos 24.000 millones de euros. Con la crisis de 2008, perdió el 92% de su patrimonio, pero consiguió recuperar su patrimonio y volver a ser uno de los oligarcas con mayor fortuna de Rusia.
Nació en una familia de clase alta de la URSS y tras estudiar relaciones económicas internacionales comenzó a trabajar en el Ministerio de Comercio Exterior. Posteriormente se convirtió en uno de los altos cargos del Gobierno e hizo contactos importantes.
Creó una agencia de consultoría financiera de comercio exterior, Interros VEA, y dos años más tarde fundó un banco privado junto a Mikhail Prokhorov convirtiéndose en los primeros rusos en hacerlo.
Fue uno de los impulsores de los “préstamos por acciones” durante la etapa de Yeltsin como presidente. Con estas privatizaciones consiguió desarrollar su actividad económica en sectores como el del níquel, el petróleo, transporte marítimo y el acero.
En 1995 Potanin era viceprimer ministro y se ganó la subasta por el control de Norilsk Nickel, que producía el 25% del níquel del mundo, junto a Prokhorov. En 2007, compró las acciones de su socio para hacerse con el control total de la empresa por 7.000 millones de dólares y 3.000 millones en acciones de otra empresa de Potanin.
Vladímir Lisin
Es el presidente y máximo accionista de una de las cuatro mayores empresas de siderurgia de Rusia, Novolipetsk, y posee una fortuna aproximada de 24.000 millones de euros. Es uno de los oligarcas con un perfil más bajo y que en menos polémicas se ha visto envuelto.
Fue un joven emprendedor de la industria del acero que empezó su carrera profesional como instalador eléctrico en una mina de carbón en Siberia y fue ascendiendo hasta convertirse en ingeniero jefe y subdirector en una compañía.
En los últimos años de la Unión Soviética, se unió al consejo de varias asociaciones relacionadas con el metal, lo que le permitió desarrollar su patrimonio en el sector. En 1992 se unió al Trans-World Group y adquirió una gran relevancia en la industria del aluminio y el acero en Rusia.
Con la separación de los accionistas de Novolipetsk Steel, se hizo con un 13% de las acciones de la empresa y posteriormente consiguió otro 50%. Su gran rival en la empresa era Vladimir Potanin, con un 34%, hasta que en 2002 intercambiaron las acciones de Potanin en Novolipetsk por el 8% que poseía Lisin en Norilsk Nickel.
Vagit Alekperov
Es uno de los magnates del petróleo con mayor fortuna e influencia en Rusia. Es el presidente y máximo accionista de Lukoil y se calcula que tiene una fortuna aproximada de unos 22.500 millones de euros.
Comenzó en el mundo del petróleo por la influencia de su padre y trabajó en una plataforma petrolera de Azebaiyán cercana al mar Caspio, Kaspmorneft. Desarrolló su carrera en distintas empresas de petróleo y comenzó a ganar reputación en esta industria, lo que le llevó a trabajar en Rusia.
En 1990, Alekperov se convirtió en un alto cargo del Ministerio de Industria del Gas y del Petróleo y se le encomendó la tarea de estructurar empresas de la Unión Soviética. Las entidades petroleras estatales se unificaron en una, Langepas Urai y Kogalymneft (LUK). En 1993 se consolidó la privatización de este sector en una única empresa, Lukoil, de la que se convirtió en presidente y continúa siéndolo.
Además de estos cuatro oligarcas rusos, también destacan empresarios como Gennady Timchenko (Novatek), Alisher Usmanov (Metalloinvest), Andrey Melnichenko (Eurochem), Pavel Durov (Telegram), Suleiman Kerimov (Polyus), Mikhail Fridman (Alfa Group) o Roman Abramovich (Chelsea, Evraz).