Casas de muñecas gigantes, fantasmas o el vínculo con Hitler: los datos más curiosos del castillo de Windsor

El palacio real británico es un lugar emblemático rodeado de mucho misticismo y leyendas. Estos son algunos de los datos más curiosos que esconde este edificio de más de 900 años

Una de las puertas del castillo de Windsor

David Ferreiro

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

El castillo de Windsor es uno de los más populares del mundo. Su antigüedad le ha hecho testigo de muchos de los acontecimientos históricos más importantes. El más reciente, el funeral del duque de Edimburgo, Felipe.

Sin embargo, tantos años, sucesos y reformas han conseguido que el edificio acumule una gran cantidad de leyendas en torno a su figura, así como algunos datos curisosos que lo convierten en uno de los lugares más emblemáticos y llamativos del mundo.

Precisamente su antigüedad es una de las curiosidades a destacar. Fue construído en el año 1070, por lo que lleva en pie casi un milenio. Esto convierte a la residencia oficial de fin de semana de la Reina de Inglaterra en la fortaleza más antigua y de mayor tamaño que esté habitada. Entre sus paredes han residido cerca de 40 monarcas diferentes.

Siguiendo con las anécdoras referidas a su longevidad, la Gran Cocina albergada en su interior es la cocina en funcionamiento con mayor antigüedad del país. Ha servido a unos 32 monarcas y sus relojes siempre están adelantados cinco minutos, para asegurar una puntualidad británica a la hora de servir la comida a la reina.

Un lugar con mucha historia

El gran tamaño del castillo da lugar a un montón de datos llamativos. Por ejemplo, la superficie total es el equivalente a 269 pistas de tenis. Además, en su bodega se guardan más de 18.000 botellas de licores y bebidas diferentes.

Otra curiosidad interesante, es que hay más de 450 relojes distribuídos por toda la finca, lo que hace que cuando hay que cambiar la hora a estos relojes, el encargado necesite entre 16 y 18 horas aproximadamente. Pero no solo se cuentan por cientos los relojes o las botellas, también las chimeneas, con unas 300 entre todas las estancias.

Al llevar casi 1.000 años en pie, sus paredes han sido testigo de muchos de los acontecimientos históricos más importantes, como por ejemplo las dos Guerras Mundiales. En la segunda fue más 'protagonista', ya que fue el lugar en el que se escondió la familia real británica.

Durante los años que duró el conflicto, se oscurecieron las ventanas, se reforzaron los dormitorios y se quitaron los candelabros. Además, un rumor dice que Hitler planeaba ocupar el edificio y convertirlo en su residencia en Inglaterra, motivo por el cual se cree que la fortaleza nunca fue objetivo de ningún ataque.

Lo que sí que sufrió fue un importante incendio en 1992, que generó unos daños por valor de 36,5 millones de libras. Debido a su tamaño, se tardaron más de 15 horas en conseguir sofocar las llamas causadas por accidente. Se cree que un foco prendió fuego a una de las cortinas y a partir de ahí, se fue extendiendo a lo largo del inmueble.

Una de las leyendas más conocidas del lugar asegura que existe un monarca que jamás abandonó el castillo, permaneciendo en él incluso después de su muerte. Se trata del polémico mandatario Enrique VIII, sobre el que se dice que continúa paseando por las instancias del palacio convertido en fantasma. Además de su espíritu, la cultura popular cuenta que en el castillo hay otros 24 fantasmas más, la gran mayoría atribuídos a miembros de la casa real.

Hasta el más mínimo detalle

Pero además de mitos, también alberga muchas tradiciones. Una de ellas son los banquetes que se celebran en el Salón de San Jorge por todo lo alto. No por nada, la mesa mide unos más que aceptables 53 metros de largo, dando sitio hasta a 160 personas a la vez.

De hecho, está todo más que calculado, ya que a cada comensal se le asignan 46 centímetros. Para preparar cada uno de estos banquetes son necesarias una decena de personas trabajando durante dos días.

Otro de los detalles más curiosos del palacio es que en su interior alberga la casa de muñecas más grande y elaborada del mundo. Se trata de una réplica exacta del propio palacio de Windsor que data de los años 20.

No le falta ni el más mínimo detalle, ya que cuenta con agua corriente, dos ascensores en funcionamiento, su bodega con licores de verdad y hasta una copia de la biblioteca que cuenta con relatos escritos a mano por autores famosos como Arthur Conan Doyle. Para su construcción fue necesaria la colaboración de más de 1.500 artistas.

Por otro lado, uno de los lugares más emblemáticos que alberga el palacio es la capilla de San Jorge, que es independiente y está al cargo de religiosos designados expresamente por la propia reina. Además, en esta capilla se encuentran los restos mortales de muchos de los monarcas del Reino Unido.

Para finalizar, una curiosidad sobre la propia localidad de Windsor. Allí se encuentra la calle más corta de todo el Reino Unido. Se llama Queen Charlotte Street (Calle de la Reina Carlota) y tiene una longitud aproximada de solo 16 metros.

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