La obra maestra del Prado que más interesó a Macron y Johnson
El Museo del Prado se convirtió ayer en el mejor de los escenarios para la cena de gala ofrecida por el presidente Sánchez a los máximos dirigentes políticos de la OTAN
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Poder disfrutar de las numerosas obras maestras que acogen las paredes de nuestra principal pinacotena, el Museo Nacional del Prado, cualquier día del año, es un privilegio. Si además puedes recorrer sus salas en solitario, el privilegio se convierte en algo excepcional que ocurre si eres una personalidad. Es lo que ha pasado este miércoles cuando el museo se convertía en el escenario de la cena de gala que el presidente del Gobierno ofrecía a todos los mandatarios de la OTAN dentro del marco de la Cumbre de la Alianza que se ha celebrado en Madrid.
Los dirigentes mundiales recorrieron varias salas del Prado en conjunto; se fotografiaron, todos, junto a una de las obras maestras de Velazquez, Las Meninas, pero hubo algún que otro primer ministro que se alejó del grupo para saborear, en solitario, algunos de los grandes cuadros que solo se pueden disfrutar en Madrid.
Sin duda, Las Meninas fueron muy comentadas por todos. Se vio al presidente del Gobierno Pedro Sánchez hablar sobre la pintura con el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg o con el primer ministro de húngaro Viktor Orbán, entre otros.
El cuadro que ha maravillado a Johnson y Macron
Uno de los primeros ministros que se apartó del grupo para ver la pintura que más le interesaba fue el premier británico Boris Johnson. Se entretuvo contemplando el Carlos V a caballo de Tiziano, pero sobre todo quedó maravillado con Pedro Pablo Rubens y Las tres gracias
Si ya en el siglo XVII, Rubens disfrutó -gracias a su talento artístico-, de gran reconocimiento social, una de sus pinturas más grandilocuentes fue muy halagada también por el presidente francés Emmanuel Macron
Johnson y Macron no fueron los únicos que alabaron la gran cantidad de joyas con las que cuenta nuestra pinacotena universal, el canciller alemán Olaf Scholz se entretuvo para observar con detenimiento las obras religiosas.
Una de las imágenes de esta cumbre, que ha dado la vuelta al mundo, es el momento en el que el primer ministro italiano Mario Draghi recibe la noticia de las tensiones internas dentro de su gobierno que le fuerzan a abandonar España y volver a Italia. Draghi ni siquiera se pudo quedar a disfrutar de la cena del Prado.
Las esposas de los mandatarios mundiales también protagonizaron algunas de las fotos de la jornada. Brigitte Macron, esposa del presidente francés y Annik Penders, la mujer del primer ministro belga, admiraron la obra del pintor de Fuendetodos. Aquí las vemos delante de La familia de Carlos IV de Francisco de Goya.