12 personas asesinadas
Merkel reconoce errores de seguridad en el atentado en un mercadillo de Berlín
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El 19 de diciembre de 2016 el terrorista tunecino Anis Amri arrasaba un mercadillo de Berlín con un camión robado quitándole la vida a doce personas. Un atentado que se podía haber evitado, según ha reconocido el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, en los actos del primer aniversario de los hechos, y una atención a las víctimas que se podía haber mejorado, según la canciller alemana, Angela Merkel.
Merkel ha asumido sus errores y los de su Gobierno durante una jornada gris y fría, cargada de actos conmemorativos junto al mercadillo navideño en el que irrumpió con un camión robado Anis Amri, un tunecino de 24 años que fue abatido por la policía italiana en Milán cuatro días después.
"Hoy es un día de tristeza, pero también de mostrar la voluntad de hacer mejor aquello que no salió bien", subrayó la canciller, que indicó que el atentado evidenció las "debilidades del Estado", reconociendo las críticas contra ella hechas públicas por los afectados en una carta abierta porque no los había recibido -algo que hizo este lunes por primera vez-.
Los heridos y los allegados de las víctimas también se quejaron por las trabas burocráticas con que toparon para reclamar las ayudas que les correspondían y la exigua cuantía de las prestaciones en comparación con las que conceden otros países europeos como Francia o España.
La canciller creen que su Gobierno no sólo debe mejorar la seguridad de sus ciudadanos, sino también dar a todos los damnificados "la oportunidad" de volver a ponerse en pie tras el golpe.
Recordó en ese contexto el encuentro que mantuvo este lunes con heridos y familiares de las víctimas -una conversación "muy abierta y sin tapujos"- y señaló que piensa volver a reunirse con ellos "en unos meses" para mostrarles "qué se ha aprendido" y "qué se puede hacer en el futuro mejor" para que la respuesta del Estado sea "suficiente".
En un discurso previo, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, también se había hecho eco de las quejas, asumiendo que algunas ayudas "llegaron tarde" y fueron "insatisfactorias" y había instado a la clase política a "aclarar los fallos y aprender de los errores".
Se refería así el cúmulo de errores de las distintas administraciones y de las fuerzas de seguridad, que no pudieron expulsar del país al autor del atentado pese a haber sido rechazada su petición de asilo y saber de sus vínculos con extremistas y que desaprovecharon la oportunidad de detenerlo por otros delitos menores.
Para el presidente alemán, se ha de partir de que "el atentado no debía haber ocurrido nunca" y preguntarse "una y otra vez" si realmente se está haciendo todo lo posible en un Estado constitucional y democrático para evitar los ataques terroristas.
La jornada comenzó con un oficio religioso en la Gedächtniskirche, la emblemática iglesia bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial que se erige junto al lugar del atentado, y la inauguración de un monumento en recuerdo a las víctimas en la plaza del mercadillo, donde quedaron inscritos en el suelo los nombres y nacionalidades de los doce muertos.