Una mesa de trabajo con vistas al Trastevere en homenaje a los exiliados españoles en Roma
Las instituciones culturales españolas en Roma crean un espacio de trabajo de acceso libre en honor de los escritores María Teresa León y Rafael Albert
Roma - Publicado el - Actualizado
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Cuando a María Teresa León todavía le quedaban diez años para poder regresar a España escribió en su casa de Via Garibaldi, en el barrio de Trastevere en Roma su biografía “Memoria de la melancolía”, en palabras de Luis García Montero, "el mejor libro de memorias del exilio español". En 1967, fecha en la que redactaba sus memorias, María Teresa León tenía 64 años y se sentía una mujer vieja en una ciudad que llegó a amar y en la que junto a Rafael Alberti pasó 14 años de su exilio hasta que, finalmente, pudieron regresar a España en 1977. Ella apenas fue consciente de la vuelta a su patria, porque los síntomas del Alzheimer ya se habían hecho visibles.
En el año en el que se celebra el 120 aniversario del nacimiento de Rafael Alberti, el Instituto Cervantes y la Real Academia de España homenajean a esta pareja de escritores con una instalación artística, en principio perecedera, pero con la intención de que pueda integrarse en la arquitectura urbana que rodea la Academia de España en Roma, posiblemente la joya de la corona de todas las instituciones culturales que representan a España en el mundo.
La creación artística, que ha sido inaugurada hace unos días está realizada por los escultores Clara Montoya y Miki Leal y se encuentra situada en la escalera que conecta la Academia con el barrio del Trastévere, en lo alto del monte Gianicolo.
En este particular Estudio 31, (la Academia cuenta con 30 estudios a disposición de los artistas becados anualmente por el gobierno español) se ha preparado un espacio de trabajo tanto a María Teresa León como a Rafael Alberti para que simbólicamente puedan trabajar donde nunca se les permitió hacerlo. Pero al mismo tiempo se ofrece un lugar de trabajo en su honor a todos los que no tienen acceso a esta histórica institución cultural.
Es escritorio está realizado en madera y sobre él se han situado piezas de mármol de Macael y de mármol de Carrara. Pero probablemente lo más importante se conserva en su interior, puesto que se ha introducido un poema de Luis García Montero como si se tratara de una cápsula del tiempo. La mesa se sitúa sobre la creación de Miki Leal, titulada “Esclavo del pavimento”, que toma el título de unos versos del primer libro de la etapa romana de Rafael Alberti. Las baldosas evocan las olas de su querido Puerto de Santa María, donde el artista regresó tras los años en Roma.
Para el director del Instituto Cervantes García Montero con esta instalación artística España salda la deuda pendiente que tenía con María Teresa León, puesto que el Instituto Cervantes ya cuenta con una biblioteca que lleva el nombre de Rafael Alberti. Paralelamente se otorga un lugar de trabajo a la escritora, en homenaje al tesón de su ingente trabajo casi siempre a la sombra de Alberti.
Este acto ha servido como despedida y en cierto modo también de homenaje a Juan Carlos Reche, hasta el momento director del Instituto Cervantes de Roma que a partir de ahora se seguirá dedicando a difundir la cultura española desde Palermo. Poeta, gestor cultural y traductor ha sido profesor de español para extranjeros y colaborador de los Institutos Cervantes de Roma y Lisboa. Licenciado en Filología Hispánica. Premio Nacional de Traducción del Ministerio italiano de Cultura por su traducción al español de la Poesía escogida de Giorgio Caproni (2013).
Durante el tiempo que ha estado al frente del Instituto Cervantes de Roma ha multiplicado el interés por España en a Ciudad Eterna, en unos años complicados por la pandemia. Desde la sede del Instituto en la famosa Piazza Navona se impartieron sin interrupción numerosas conferencias vía on line y desfilaron importantes representantes de las artes y de la literatura española.