El adiós de Mariano Rajoy

Mariano Rajoy ha dimitido como Presidente del Partido Popular. En los próximos meses se celebrará un Congreso Extraordinario en el que se elegirá a su sucesor. Hace tan solo una semana, todavía como Presidente del Gobierno, Rajoy respondía en “Herrera en COPE” que estaba animado para seguir adelante, incluso como posible candidato en las próximas elecciones generales. En tan solo unos días, los acontecimientos han dado un vuelco de tal calibre, que aún en caliente, necesitamos perspectiva para valorar adecuadamente el servicio prestado por Mariano Rajoy.

Deja el cargo, como ha dicho, porque cree que es lo mejor para él, para el Partido y para España. Y acierta en su valoración. Lamentablemente, la forma en que se ha producido todo no le hace ninguna justicia a la tarea desempeñada por Rajoy como Presidente del Gobierno durante seis años. Nos hemos acostumbrado a una suerte de linchamiento en la opinión pública, que manda un mensaje demoledor, poco alentador para quienes se estén planteando ejercer la política. Rajoy, sin duda, ha cometido errores en su gestión y ha tenido también notables aciertos. Heredó una situación envenenada del Gobierno Zapatero y ha sido capaz de sostener y recuperar a una España, que se llegó a tambalear económicamente.

La imprescindible regeneración moral del partido, es, sin embargo, tarea pendiente. Cierto es que la corrupción no es solo cosa del Partido Popular, pero eso no puede ser disculpa. Los populares necesitan un nuevo liderazgo para un nuevo tiempo, que pase por recuperar el alma genuina del Partido. Ojalá que acierten en el camino que hoy emprenden, porque el nuevo Presidente tendrá que afrontar una situación muy compleja, y de la fortaleza y solidez de un partido renovado, que lidere con acierto la oposición en los próximos años, va a depender buena parte del futuro político de España.