Línea Editorial

La cantinela de Puigdemont

A partir de hoy, Puigdemont vive en Alemania en régimen de libertad condicional.

José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

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A partir de hoy, Puigdemont vive en Alemania en régimen de libertad condicional. Ha satisfecho una fianza de 75.000 euros, tiene obligación de comparecer ante la policía todas las semanas y si decide cambiar de domicilio, deberá notificarlo a la Audiencia. Conviene dejarlo claro, porque los servicios de propaganda con los que cuenta el ex Presidente de la Generalitat pretenden vendernos la idea de que Puigdemont es un inocente e inerme ciudadano cuya bonhomía habría recibido, por fin, el reconocimiento de la judicatura alemana.

Huelga decir que los Tribunales no juzgan con criterios morales, sino jurídicos. Y son esos argumentos los que demuestran que en España, ni a Puigdemont ni a ninguno de los encarcelados que colaboraron con él se les persigue por razones políticas, sino por los indicios delictivos que se aprecian en sus conductas. En Europa no hay presos políticos, y España es un Estado de Derecho, como reconocen claramente el tribunal alemán. Los jueces españoles están sometidos al mandato de la ley, mandato que Puigdemont ha violentado sin aceptar las debidas consecuencias de su desobediencia. El ex President puede clamar a los cuatro vientos sus fantasías, pero las mentiras no dejan de ser mentiras aunque se repitan hasta el hartazgo.