Contradicciones de un diálogo imposible

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El presidente del Gobierno, en un ejercicio que supone no respetar la neutralidad que debería tener un medio público, ha sido entrevistado en TVE a los pocos días de anunciar la convocatoria de elecciones. Lo más destacado de la entrevista fue que Sánchez no cerró la puerta a llegar a nuevos acuerdos con los partidos independentistas, aunque se presentó como una víctima de ERC y del PDECAT. El candidato del PSOE rechazó por intolerable el documento de reivindicaciones que le entregó Torra en Pedralbes, pero no explicó por qué había sido negociando si ese texto no se podía mantener como referencia.

El presidente quiso mostrarse como un político de centro y moderado. Pero tuvo palabras poco equilibradas al referirse a los partidos de la oposición. A PP y a Ciudadanos los acusó de no ser leales con el Estado por no haber apoyado su estrategia con el independentismo, y sugirió falta de calidad en sus convicciones constitucionales.

El panorama político ha cambiado sustancialmente desde 2015 en España, y es difícil que las urnas arrojen mayorías suficientes. Harán falta dos o más partidos para conseguir una investidura, y es conveniente que los electores sepan con quién están dispuestas a pactar las formaciones por las que optan. Después de la entrevista en TVE sabemos que Sánchez no está cerrado a reeditar una mayoría como la que hizo triunfar la moción de censura contra Rajoy.