LÍNEA EDITORIAL

Después de Castro, el castrismo

"El castrismo seguirá siendo el guardián del presente más inmediato, pero no podrá mantenerse eternamente frente a las aspiraciones de libertad y justicia del pueblo cubano"

José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

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Raúl Castro sucedió a Fidel sin que nadie apreciara, ni dentro ni fuera de Cuba, un cambio significativo. De hecho, la presencia del carismático líder revolucionario siguió dominando la escena política hasta el día de su muerte. Tras dos años sin Fidel, el régimen enarbola la bandera de la sucesión. No es una sorpresa que el castrismo no vaya a permitir una apertura a la democracia representativa y liberal, ni a un régimen plural de partidos. Sin embargo, tampoco es un dato baladí que por primera vez va a acceder a la cúspide del castrismo alguien que no acompañó a Fidel en su aventura.

Hoy miércoles empezarán a despejarse las dudas. Se espera que el Vicepresidente del Gobierno, Díaz Canel, suceda a Raúl Castro. El proceso, aparentemente público, se iniciará en la Asamblea Nacional que es el órgano encargado de designar sucesor. En Cuba no hay políticos en activo que no pertenezcan al Partido Comunista, lo que hace que no exista posibilidad real de que las ideas y los grupos que militan en el arco político fuera del castrismo influyan lo más mínimo en las políticas que se arbitren de ahora en adelante. El castrismo seguirá siendo el guardián del presente más inmediato, pero no podrá mantenerse eternamente frente a las aspiraciones de libertad y justicia del pueblo cubano.