J.L. Restán | Línea Editorial

La dignidad del menor en el mundo digital

Las nuevas tecnologías de la comunicación hacen posible que el tráfico de imágenes y portales de pornografía sea un negocio cada día más lucrativo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La globalización de los mercados y las nuevas tecnologías de la comunicación hacen posible que el tráfico de imágenes y portales de pornografía sea un negocio cada día más lucrativo que requiere actualizaciones permanentes y un abundante número de víctimas. Los menores de edad son, junto a las mujeres, los dos grupos sociales más expuestos. De esto, con la mirada especialmente puesta en los menores, ha hablado con contundencia el Papa en la clausura del Congreso celebrado en la Universidad Gregoriana de Roma con el título “La dignidad del menor en el mundo digital”.

La digitalización es un desafío que, en muchas ocasiones, nos lleva a la desorientación. El miedo nos paraliza y provoca impotencia. Sin embargo hay que afrontar esta tremenda plaga que daña a los niños, que no puede vencerse sólo con medidas tecnológicas que actúan como barreras pero no descienden a las raíces del problema, y que exige un replanteamiento serio y profundo acerca de la naturaleza del mundo digital.

Es obvio que hay que perseguir los delitos, diseñar marcos normativos sostenidos en la defensa de los derechos fundamentales, acompañar la sanación de las víctimas afectadas. El objetivo es preservar la inocencia y cuidar la indemnidad de los más pequeños. El esfuerzo es global y la Iglesia sabe que debe contribuir a él.