LÍNEA EDITORIAL
Esa educación de la que nadie habla
"No podemos seguir mirando para otro lado cuando sexo y violencia, en demasiadas ocasiones, van juntos"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Se siguen sucediendo las manifestaciones de repulsa por la sentencia a la llamada “Manada” por abuso sexual. Es comprensible la indignación social y es posible que los jueces hayan cometido un error. No tenemos elementos suficientes para valorar su decisión porque el juicio se celebró a puerta cerrada. Pero los mismos jueces explican que la víctima sintió un intenso desasosiego y agobio frente a cinco varones de edades muy superiores y fuerte complexión. Una descripción de los hechos que encaja en la doctrina del Supremo sobre la intimidación sexual, requisito del tipo penal de agresión sexual, de violación.
En la medida de lo posible, y no es fácil, hay que aportar serenidad y los medios de comunicación tenemos que hacer autocrítica. Estamos ante una primera sentencia que no es firme. El sistema judicial tiene garantías y aunque se equivoque siempre será mejor que un linchamiento público. Hablamos mucho de derecho penal, y es lógico, pero debemos recordar que el derecho penal no lo es todo. Habrá que empezar a reflexionar sobre qué tipo de educación sexual tienen nuestros jóvenes, qué concepción del ocio. ¿Por qué se suceden los casos en los que una mujer es convertida en objeto de presa? La pregunta es demasiado acuciante. No podemos seguir mirando para otro lado cuando sexo y violencia, en demasiadas ocasiones, van juntos. Donde debiera estar la belleza del don libre y amoroso de una persona nos encontramos con la más fea y machista violación de la dignidad humana. ¿Qué estamos haciendo mal?