Falta de seriedad

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Gobierno de España ha decidido celebrar su próximo Consejo de Ministros en la ciudad de Barcelona. La fecha del 21 de diciembre no es baladí. Hace un año se celebraban elecciones autonómicas en Cataluña bajo la resaca del 1 de octubre y con la espada de Damocles colgando sobre el Gobierno de la Generalitat. Tras un año de tensiones, las cosas no han mejorado. Quim Torra ejerce su mandato por delegación del fugado Puigdemont; el Ejecutivo catalán actúa, que no gobierna, con la mirada puesta en Waterloo. Este escenario de tensiones se ha recrudecido, todavía más, tras varias semanas de expectación.

Como si de una película de suspense se tratara hemos visto cómo el Gobierno de Sánchez y el de Torra jugaban a crear expectativas, titulares y alguna que otra exclusiva. La política es cosa seria porque en su ejercicio se juegan los derechos, las libertades y las necesidades más básicas de la ciudadanía. La normalidad institucional es deseable, como lo es que el Presidente de la Generalitat se comporte con la lealtad que su cargo le exige. Lo que no procede es que unos y otros pongan las instituciones al servicio de tácticas de corto alcance en beneficio propio.

Se trata es de que Cataluña supere el bloqueo enfermizo al que la someten algunos iluminados, que pueda desarrollar todo su potencial en el ámbito seguro de la ley, de la convivencia y de la lealtad institucional. Sabíamos que la apuesta de Torra es otra, pero no termina de ser claro cuál la del Presiente de todos los españoles.